16 oct 2012

Manos que enamoran

Por mucho que aprieto tus manos me cuesta creer que aun no te hayas marchado Sabéis de qué canción es, una canción preciosa, que consigue acariciarte con cada palabra y cada nota. Pero esa frase destaca de entre todas. Es un Lo dejo todo por tus manos, de alguna manera. No me importaría quedarme sin manos si así consigo las tuyas. Son esas manos que, en noches bonitas, acaricio lentamente para recordarlas al detalle; cada curva, el tacto de tu piel bajo la yema de mis dedos. Es “No quiero besos, no quiero abrazos, no quiero ni siquiera miradas… solo sentir nuestras manos unidas, sin necesidad de nada más, me vale”. Y puedo ser adicta a abrazos, miradas, sonrisas y todo lo que quieras, pero las manos son algo tan “personal” que lo hacen todo. Un abrazo puede ser falso, igual que una mirada o una sonrisa; pero las manos son iguales, siempre. Una mano puede decir “no tengas miedo, estoy contigo”, “no te vayas”, “te necesito conmigo”, “gracias” Y es que hay manos que enamoran.

No hay comentarios:

Publicar un comentario