Ojala solo fuera presión. ¿Ves? Ya has conseguido ser TAN
importante como para merecer ser el tema principal de dos de mis entradas. Has
conseguido desequilibrar mi fortaleza; un mes sin sufrir mareos en el gimnasio,
y esta misma mañana, sin hacer un esfuerzo excesivo, he vuelto a caer. Menos
mal que ha sido en el tatami y rodeada. No me vale de mucho desengancharme del
café, tampoco me conviene, pues es la sustancia que me sube la tensión con
facilidad y a bajo precio económico. He superado esos niveles de pena y risa,
para ser sustituidos por presunto desinterés. “El mayor desprecio”. Pero luego
pienso que lo único que buscas es llamar al atención, porque es así. Entonces
¿qué hago? Te quiero lejos, te quiero perder de vista, pero, sobre todo, quiero
que desaparezcas, que se extinga tu comportamiento. Soy así de mala persona, no
veo NINGUNA esperanza para contigo porque no la hay. Y puede que también por
esta necesidad de huir que me provoca tu existencia, me convenga hacer esas
pausas diarias que otorga un café. Estoy a 20 días de MI día, de poder
compartir mis ALEGRIAS con la gente que QUIERO, y no me vas a joder. Siento ser
tan mal hablada, pero creo que sabéis que las palabras son mi forma de
desahogo. Aun no eres un punto contra de mi lista, aun no te deseo cualquier mal,
más que nada porque ciertos males también afectarían a personas que no merecen
daños. Pero ya no hay NADA bueno que te desee, TÚ solito te estás buscando lo
peor. El desprecio, la soledad absoluta y un futuro extremadamente penoso. Lo
siento, no hay nada más que decir, esto se va acabar. Ya no es que me metas
miedo o no, por supuesto que nunca lo harás, sino que… me das exactamente
igual. Lo que te pase o te pueda pasar es estrictamente ajeno mi lista de
prioridades.
No hay comentarios:
Publicar un comentario