¿Sabes? Ya dije que este año no me estoy sintiendo sola en ningún
momento. Es un día más, sin ti. Pero sin esa sensación de incomodidad; claro
que es incómodo, claro que negaría todos los regalos del mundo si pudiera
recibir un abrazo tuyo. Pero soy realista, así que, dentro de lo posible, todo
está bien, todo es normal. Notar suelo de tatami bajo mis pies, mis piernas y
mi espalda se está convirtiendo en una costumbre. Y me gusta. Quedar con esa
persona para tomar algo y compartir risas me parece bueno. No depender de su
asistencia para que pueda ser una gran noche me parece adecuado. Y también me
parece positivo que no me entren cosquillas cada vez que Carlos me corrige la
postura de la espalda.
Odio y adoro que siempre esté metiéndose conmigo; me saca de
quicio, pero me encanta que no me ignore. Gracias por ayudarme, estrellita.
No hay comentarios:
Publicar un comentario