27 may 2013


Lo siento, Caramelo. Cada vez es más difícil no ser insegura y perder miedo; tranquilo, no es por quién piensas. Ya hablaremos de ello, si quieres. Puedo decir que esta mañana era impensable que hiciera mi rutina deportiva, pero necesitaba salir, me ahogaba en mi casa. Fíjate si ando distraída, que ni sabía que estamos en la feria del libro: descuentos admirables en mi droga. Y también había olvidado que J. está de vacaciones. El trayecto de la parada de autobús hasta mi primer consumo ha sido digno de estudio; la maldita ansiedad que bien conoces disminuía cualquier sonido de mi entorno y mi equilibrio era comparable al de un bolígrafo. Lo triste de la situación es que, ya frente a una taza de té verde, el aire había desaparecido; pedí al camarero una bolsa para recuperar el aliento.

Conclusiones: Él no es tan poderoso como otros asuntos, de hecho no es NADIE. Te hice caso, mi temor va disminuyendo cada día.

No hay comentarios:

Publicar un comentario