18 jun 2013

El amor es alimento

La primera vez que el aire desaparece en cierta clase deportiva. Primera vez que comparto espacio con cierto imbécil sin preocuparme. Primera vez que me entra un hambre atroz tras estudiar.

Me paro a pensar en la inocencia que tiene ese término: Primera vez; primera palabra, primera caída, primer amigo, primera borrachera, primer beso, primer amor, primer momento íntimo.

Todas suelen ser desastrosas, pocas veces funcionan, pero son un chute de energía y esperanza para hacernos mejorar.

Son ley de vida. Incluso el Imperio Romano, tan fuerte y poderoso, vivió una gran caída; pasó a ser, simplemente, la capital de un país, aunque para mí  signifique mucho más: arte, amor, sabor. Mención, una vez más, mi actual interés por la gastronomía. Jamás había ingerido cualquier tipo de seta, jamás había visto un programa de cocina y, por supuesto, jamás había comprado ningún libro o revista de recetas. Pero, a día de hoy, hojear fotografías de emplatados consigue embriagarme, como antes solo conseguía un violín. Un leve cosquilleo que nace en el estómago y que llega a cada poro de la piel, un extraño poder que me obliga a cerrar los ojos durante un segundo.

Es extraño; yo, Shuri, yonki del amor, estoy comparando el arte culinario con El Poder (amor).








Enamorame, amor

No hay comentarios:

Publicar un comentario