Encontrarme H, mi estrella, esos ojos negros, fue el
principio del fin de ayer.
Mareos, aparentes lipotimias, regadas por lágrimas, y
abrigadas por abrazos.
Esta mañana, he hablado con “Océano h” y resulta que la solución
a mi temor actual es el helado de chocolate.
El problema es que ahora reaparece un sentimiento impulsivo
que ya tenía abandonado; metáfora gastronómica: La mozzarella no utilizada mira
cómo su compañero, el jamón york, ya es parte de una pizza. Y yo no sé si mi
pizza va a ser dulce, salada, picante… sólo siento miedo de temer que estar
mucho tiempo en el recipiente de ingredientes.
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