¿Echabais de menos las entradas con títulos de este tipo?
Bien, pues… Como siempre, un café es pausa diaria, desaparece el ruido, la presión
e incluso la pesadez de un reloj. Hablar de amores pasados, filosofías, temas
personales o la familia; no siempre se consigue. No siempre un café tiene que
ser compartido con otro café; también vale un Cola-cao.
Hablar sin tapujos, porque la otra persona te conoce desde
siempre, incluso antes de existir. Albert, Risto… o mamá. Frases ajenas que se
sienten propias. Impresión de soledad, miedo. Abrazos sin fórmulas y miradas
regadas por lágrimas. Corazones solitarios y gélidos que en el fondo sufren
fiebre.
No hay comentarios:
Publicar un comentario