Este blog significa huida, “válvula de escape”, por tanto,
me niego a dejar tantos días en blanco. Escribiré, aunque mi ánimo insista en
quedarse paralizado bajo las sábanas; aprovecharé el huracán de pensamientos
que me persigue para enfocar mis emociones, tratar de relatar mis objetivos.
A contracorriente. Es el titulo de dos canciones, ambas comerciales,
pero de diferentes estilos musicales y con varios años entre ellas. Así es
como, tal vez, sonría durante un tiempo; sucederá cuando más impotencia sienta,
cuando más pequeña y sobrepasada me encuentre. De ahí que existan las sonrisas
entre lágrimas. No implican felicidad, por tanto no vienen cargadas de
endorfinas. O tal vez sí, no lo sé. Pero quién sabe. El cuerpo es sabio, pero también
torpe, puede ser que no detecte la sinceridad de las sonrisas.
¿Sueños? Preciados o malditos deja ´vus. Sí, digo malditos.
Porque, en cuanto a miedos profundos, el cuerpo sí que es sabio. Por qué si no,
existen los desvelos de madrugada empapados en gotas de sudor. Pero TODO tiene
su parte positiva, las pesadillas no iban
ser menos. Pueden avisarte de peligros o simplemente prepararte para lo peor.
Las vacunas son pequeñas dosis del mismo virus, para que el cuerpo no entre en shock.
Sucede igual. Y por esa preparación mental de las pesadillas, tal vez los
sueños positivos cumplan la misma función. Lo que podemos imaginar, puede ser
real.
¿Sabéis? He soñado infinidad de veces los suspiros cargados
de amor que me darán las buenas noches y los buenos días; he soñado con las
cosquillas recorriendo mi nuca cuando despierte y observe cómo juega con mi
melena. Y, cómo no, he soñado mil formas de decir sí. Sí, quiero estar contigo
toda la vida; sí, me comprometo a pagar este préstamo en X años; sí, me comprometo
a educar a estos niños en un entorno familiar; y sí, enseñaré a sonreír.
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