Hacía ya mucho tiempo que no iba de compras con alguien; con
alguien me refiero a chicas: esos cuchicheos entre probadores. Ya sé que
Linterna me acompañó en dos ocasiones.
Pero hoy ha sido diferente. Ha sido la primera vez que voy
de compras con amigas de verdad, no de casualidad. No es la primera vez que
quedo con Ele, pero sí con Hipster. También hacía mucho, pero que mucho tiempo,
que no me sentía tan bien frente a un espejo. Es patético, pero me he sentido
un poco más mujer. Como con una vida “hecha”, sabiendo disfrutar de lago tan
típico como ir de compras con amigas y unas risas.
Después Hipster ha subido a casa. No era la primera vez,
pero las cosas han cambiado más que mucho. Ha conocido este rinconcito en el
que escribo, se ha interesado por alguno de mis libros y me ha recomendado un
par de páginas. Está claro que las cosas cambian. Cambian las relaciones, las
tallas, los estilos al vestir y también la forma de expresarse.
No se me ocurren otras maneras de relatar el día de hoy.
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