3 abr 2014

Calor

Cuando estoy a tu lado, un calor emocional que hace que se desvanezca la sensación de soledad.
Cuando me tomo un café recién hecho y éste pasa por mi garganta.
Pero también es calor un masaje realizado con semillas, aun no estando tú. Porque, aunque cueste mucho, cada vez que las semillas precalentadas rozaban mis vértebras, mi clavícula y la curva de mis hombros cerraba los ojos con fuerza tratando de recordar tu piel, para pensar que estabas ahí, sobre mi espalda.la menta y los cítricos me parecían fuera de lugar; me habría gustado sentir tu olor. Así, seguro, me habría quedado dormida, una vez más.
Olvidando el masaje, quiero tenerte cerca, te necesito cerca; no es plan obsesión de, si no es así no poder respirar, pero contigo es todo mucho más fácil. ¿De qué nos vale nacer si no vivimos al máximo? ¿Para qué decir te quiero cuando la realidad es te necesito para reventar los índices de felicidad?

Justo por eso titulo esta entrada con Calor. Porque dicen que el calor es necesario para vivir, en cierta dosis. Y es cierto. Nuestros cuerpos requieren una temperatura media para hablar de salud. Sí, hablo de algo interior, como el latido desenfrenado de un corazón loco de amor, a menudo también necesario.  Una persona que no ame NADA está buscando su propia muerte; no quiero decir que quiera morir. Sólo que probablemente, lo haga. La vida no es sólo salud física y mental. También son ganas. ¿De dónde salen las ganas? De un sueño, de una alegría o de uno mismo; de QUERER algo, AMAR algo. Amor=calor; calor=latidos; latidos=vida; vida=X…

No hay comentarios:

Publicar un comentario