Cuando estoy a tu lado, un calor emocional que hace que se
desvanezca la sensación de soledad.
Cuando me tomo un café recién hecho y éste pasa por mi
garganta.
Pero también es calor un masaje realizado con semillas, aun
no estando tú. Porque, aunque cueste mucho, cada vez que las semillas
precalentadas rozaban mis vértebras, mi clavícula y la curva de mis hombros
cerraba los ojos con fuerza tratando de recordar tu piel, para pensar que
estabas ahí, sobre mi espalda.la menta y los cítricos me parecían fuera de
lugar; me habría gustado sentir tu olor. Así, seguro, me habría quedado
dormida, una vez más.
Olvidando el masaje, quiero tenerte cerca, te necesito
cerca; no es plan obsesión de, si no es así no poder respirar, pero contigo es
todo mucho más fácil. ¿De qué nos vale nacer si no vivimos al máximo? ¿Para qué
decir te quiero cuando la realidad es te necesito para reventar los índices de
felicidad?
Justo por eso titulo esta entrada con Calor. Porque dicen
que el calor es necesario para vivir, en cierta dosis. Y es cierto. Nuestros cuerpos
requieren una temperatura media para hablar de salud. Sí, hablo de algo
interior, como el latido desenfrenado de un corazón loco de amor, a menudo también
necesario. Una persona que no ame NADA
está buscando su propia muerte; no quiero decir que quiera morir. Sólo que
probablemente, lo haga. La vida no es sólo salud física y mental. También son
ganas. ¿De dónde salen las ganas? De un sueño, de una alegría o de uno mismo;
de QUERER algo, AMAR algo. Amor=calor; calor=latidos; latidos=vida; vida=X…
No hay comentarios:
Publicar un comentario