Soy imbécil por obcecarme tanto con el cuaderno/caja de
recuerdos.
¿Hay algo más típico romántico que tomar helado en plena
calle? Sí. ¿Hay algo más típico romántico que besarse bajo la lluvia? Sí. ¿Hay
algo más típico romántico que curiosear una juguetería entera con la misma ilusión
que dos niños pequeños? Sí. ¿Hay algo más romántico que una pareja besándose sobre
un coche aparcado frente a la Torre Effeil? Sí. ¿Hay algo más típico romántico
que un chico prestando a “su niña” su cazadora? Sí.
Muchos se preguntarán porqué tengo esa seguridad; bien, es
porque te conozco a ti. Porque veo que el romanticismo no consiste en combinar
tópicos de películas. Porque tú me das puro amor a cada segundo que pasa. Tu voz
casi dormida al otro lado del teléfono, tus sonrisas, tu ilusión, esas frases
bonitas que te salen sin querer, tu calor, tu cercanía. La pregunta es: ¿Cómo
consigues causar un efecto tan loco (no me sale otra palabra) en mí, sin hacer
nada? No tengo ni idea; ni yo, ni tu madre, ni tus amigos,…. Ni siquiera tú, ya
que eres el primero en no valorarte como deberías. Pero todo cambiará, como tú
dices.
Ha sido extraño hoy. No sabía que tuviese tanto miedo a los
truenos; pero ahí has estado tú para abrazarme y para ofrecerme tu mano, para
darme la seguridad que no tengo. Me ha encantado verte tan ilusionado entre
juguetes, mientras hablábamos de “esos pequeños” que conocerás en cuestión de días;
te lo pasarás genial con ellos, y ellos contigo. Ya imagino a mi pequeña
princesita: “Tu amigo especial también es mi amigo, porque juega conmigo. También
con el tato. No te enfades con él, ¿vale?”. Sé que parece muy planificado, pero
me apuesto lo que quieras a que será así. Ayer estaba nerviosísima al pensar en
esa “presentación”, pero hoy espero ansiosa.
Piezas importantes de mi mundo por fin van encajando al máximo.;
y no sólo eso. También pasan a ser parte del tuyo. Ya lo escribí en un título:
Ni tu ni mi, sino NUESTRO
No hay comentarios:
Publicar un comentario