Hacía demasiado tiempo desde mi última escapada. Hacía
demasiado tiempo desde que no debo estar pendiente de la hora. Y hacía mucho
tiempo de compartir un probador.
Pero hoy por primera vez he sentido una comodidad plena, sin
rastro de nervio, conociendo a parte de tu mundo.
Ha habido besos, por supuesto. Y caricias. Y algún mareo. Y frases
de esas que salen sin querer, pero que parecen escogidas.
Mr. Secretos, entre otros, ha hecho que sea un día
inolvidable; por cierto, en el coche me he acordado de Zapatito, pues había una
pulsera blanca. Y también he visto a RL y Armadura oxidada. Pero me da todo
igual. Ya ayer me sorprendió la tranquilidad con al que afrontaba una novedad;
hoy no iba a ser menos.
Hacía años, tal vez demasiados, que no recorría ese centro
de juguetes; las risas han estado aseguradas.
Pero paso de enumerar. ¿Sabes con qué me quedo? Que me
encanta comer a tu lado. Me encanta que estés conmigo en situaciones que no querría
experimentar. Me encanta ser una más en tu mundo. Me encanta que mantengas tu
mano junto a la mía, porque sí. Me encanta que “llueva”. Y me encanta que estés
cerca de mí.
Porque así me es más fácil respirar, sonreír. Gracias a tu hombro
he conseguido dormir un ratito, una vez más. Gracias a tu mirada existe ese
brillo en la mía.
Qué raro: hoy llueve. Y mañana seguramente también. ¿Qué
mejor plan que estar en casa? Allí tenemos nuestro mundo secreto. Es curioso;
todos nos imaginamos un paraíso enorme, en cuanto a extensión, y el mío es bastante
reducido. Estaría bien contar con una orden de acercamiento…. No me importaría estar
pegada a ti.
No hay comentarios:
Publicar un comentario