31 may 2014

Circuito cerrado

Hace una hora he intentado escribir. He apagado el ordenador, he llenado una bolsa con cosas para tirar, he bajado y me he tomado un café. y en ese café, cómo no, me han vuelto las ganas de llorar de cuando he hablado contigo por teléfono. La palabra soledad me parece algo muy raro. La ausencia de realidad no tiene porqué significar soledad, ni tener personas a tu alrededor implica que estés rodead@.

Lo siento, sé que no te gusta que me ponga filosofa. Odio llorar, odio ponerme a pensar en lo que no tengo, odio recordar la enorme lista de errores que ya he hecho. Pero lo que más odio son esos momentos en los que veo que será muy difícil avanzar. ¿Qué haría Hamilton, por ejemplo, si cuando entra a cambiar neumáticos su equipo se están tomando unas cañas? Pues se hunde. Tendrá un coche buenísimo y ser bueno en su campo, pero él solo no hace nada.


No sé ni porqué saco este deporte; tal vez para tomármelo como algo ocioso, para restarle importancia. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario