Les pasa a aquellos diabéticos no golosos o tantos
aventureros que no valoraban su ciudad natal. En el amor, no iba a ser menos,
nos acostumbramos a la otra persona, a ti, pero debemos saber controlar nuestro
síndrome de abstinencia. Saber respirar y sonreír, aun echando de menos.
Esta semana está siendo rara, ya sea por tu salud o mi
ausencia; no podemos hacer otra cosa. Nuestras vidas siguen y nos servimos de distracciones
y sucedáneo como sms o llamadas telefónicas. Me ha dado por abrazarte con toda
la ternura posible. Sé que cuando te abrazo no puede pasar nada; no hay frío,
no hay temblor, no hay miedo.
La distancia, física o temporal, sólo supone un obstáculo,
que, con AMOR, se convierte en una dificultad minúscula.
No hay comentarios:
Publicar un comentario