23 mar 2015

Vamos a pintar

Cada canción, cada filósofo, cada lugar... que antes me parecía tan especial, tan nuestro, ahora es sólo uno más.

Una nota más, una frase dicha de más, porque todo sobra entre tú y yo.
¿Grandes frases que, en teoría, ponen orden a vidas perdidas? No me hace falta ninguna.
¿Lugares? Ya lo dije. Ni playas, ni Roma, ni parques, ni bares... El sitio donde quiero estar ni siquiera es fijo, ni siquiera depende de donde estés. Soy feliz en cualquier parte porque sé que existes, y no necesito verte, ni sentirte.

Será por canta-autores, poetas, películas... pero ninguno habla de lo más grande que conozco. No, no es el amor, sino NUESTRO amor.
Ese amor creado muy lento, con raíz en amistad. Con preocupación, paciencia, superación, apoyo... sin dejar de lado esa amistad.

Sé que todo amor tiene unas prioridades comunes, por así decir, pero, de igual modo, cada historia es peculiar. Nosotros empezamos siendo amarillos, pero, con el tiempo, esa emoción maduró y, digamos que, se transformó en azul, un lugar más real: una etapa del amor con vistas de futuro, donde ayudar a hacer positivo lo negativo, pero también saber ignorar las sombras, porque no tienen ningún poder; son meros reflejos de un historial vital gris.

Me enseñaste a colorear, con lápices de colores y, más tarde, con acuarelas que me permitieron mezclar tonos, aclarar pinceladas o darles un tono más alegre.



No hay comentarios:

Publicar un comentario