En medio de un mar sensaciones.
De carcajadas, de súplicas.
De pureza, de embestidas.
Lo mismo me siento protegida del mundo dentro de tu abrazo que salvaje bajo tus sábanas.
Romántica y sexual, de acuerdo.
Pero, presa o afortunada?
Tu cuerpo no me invade de continuo, pero los recuerdos sí.
Jadeos, saltos, chillidos, piernas que tiemblan y mi voz que queda en off.
Tras este tiempo, sabemos cómo complementarnos, amarnos y excitarnos.
Lo sabemos y, hablo por mí, adoro saber el cómo, la chispa de inocencia mezclada con picardía.
Sinceramente:
Quedaría anclada en esa cama de hotel de 2x2.
Quedaría anclada en sofás de otras ciudades, alfombras donde fuimos niños.
Quedaría anclada en casi castillos Disney.
Quedaría anclada a tu base, para no perderme en ningún sitio que no fuera un nosotros.
Muy morboso.
ResponderEliminarSaludos.