3 dic 2015

Lugares legendarios

Ya con más libertad física, he ido a la cumbre del consumo de mi ciudad.

Me ha dado rabia utilizar ascensor para mi rincón de viajes a otras vidas, otras filosofías, pero todo era precaución.

He sido práctica; cualquier fecha es básica para verse bonita incluso en casa, aunque no sea san Valentín.

El aire ha cambiado, mi estómago se ha contraído y he buscado un espejo. No me equivocaba.

Ya le había avisado, y estaba cerca así que he ido a ver a J.
Ni buenas noches ni qué tal estás.
He pronunciado su nombre varias veces, demasiadas diría yo.
"Café cortado y agua", sin por favor, sin paciencia.
He entrado al baño y he hecho lo mismo que la vez anterior, distinto motivo.
He whatsappeado con él, me he disculpado por cosas del pasado.
He ocupado una mesa diferente a otras veces.
El café, con esas tazas tan de allí me ha llevado a otros cafés.
Sus frases escritas me han emocionado.
Ya no pido chupitos dulces, ni Nestea, ni río con él.
De hecho nunca reí con él. Lectores de Risto me entenderán.
Le va bien con Luz de luna, se le ve feliz, menos adolescente.
Los dos hemos cambiado.
Le he prometido volver para charlar, como amigos no como pasado.

Y también he visto a Vegetal, tras muchos meses.
La conocí en otro bar mágico, rodeado de arte, donde devoraba verdaderos sandwiches vegetales y bocadillos de balcony pimiento rojo.
Un libro prestado,confesiones compartidas y consejos de yoga.

Pero lo mi librería favorita, ni el bar de los cafés con hielo en verano ni aquél con nombre de sofá, son los sitios donde me siento más viva.
Ni el 100montaditos, ni Madrid, ni León, ni El bosc de las fases, nitu cama, ni mi sofá.

Mi lugar de leyendas que nadie cree eres tú.

No hay comentarios:

Publicar un comentario