Un libro pendiente de ser leído.
Roma esperándonos.
Ropa de ballet presa en un armario blanco.
Tantas ganas de vivir que esperan oportunidades.
Pues que esperen.
A nosotros también nos tocó esperar.
Las ganas se acumulan, es lo bueno.
Y, como diría cualquier traumatólogo, un hueso roto, y ya colocado, no volverá a quebrar.
Lo bueno que es echarse de menos.
Ahora mismo, pensando más de lo que escribo, sólo cuento las horas que me separan de ti.
Y no quiero más que sentirte respirar.
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