6 ene 2016

Planes para un domingo

Levantarme tarde, empezar la mañana con café y calle.

Caminar hasta que mis piernas vibren, subir y bajar varias veces las escaleras de mi portal, estiramientos, improvisar comida única.

E ir contigo.

Pisar la hierba ya me susurra la vida y la humedad que me dará tu cercanía.
Subo otro tramo de escaleras y ahí está el olor de tu casa.
A pocos metros está tu habitación, tu rincón.

Te veo y ya siento todo.
Recuerdos, sueños. Todos contigo.

Luego rozas mi piel y se me erizan todos los poros.

Se esfuma el sentido, la memoria, cuando pellizcas ciertas zonas o te hundes conmigo en un océano desconocido.

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