5 feb 2016

Tardes

Escribir sin pensar la relación que tiene con el título es lo mejor.

Es pensamiento puro, letras puras.
Amor puro.

Tan puro como el agotamiento que siento al llegar a casa tras horas de compras.

Tan puro como las ganas que tengo de llegar a casa y no estás sola, físicamente.

Tan puro como tus ojos, inocentes, sin maldad, sin fondo.
Ojos de chocolate que me derriten por dentro, que me llevan a tantos cafés como estrellas, como sueños que un día dejé aparcados.

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