Sueño con cosas que parecen fuera de tiempo, fuera de mi historia.
Pero qué más da?
La madurez de las ideas no siempre es cuestión de tiempo.
No creo en los flechazos, pero sí en las inyecciones de ilusión.
Es rápido, y, una vez en vena, se queda contigo.
Colocar la compra en nevera y estantes, pensar en cómo ubicar un colchón nuevo.
Pequeñas cosas.
Pequeñas ilusiones.
Pequeños descansos para pillarme con ganas pero no llegar a echarte de menos.
Sí, son locuras. Pero nos va bien.
Quiero esto toda la vida. Y que progrese, pero no me corre prisa.
Al principio recuerdo mis prisas.
Pero aprendí a dejarme llevar, a confiar.
Vivir no es rosa.
Claro que habrá dolor, pero ahora quiero el presente, impregnarme de él.
No estoy ciega, ni loca, ni en las nubes.
Estoy felizmente encontrada.
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