Tardé en tener las cosas claras. Y buenos círculos.
Aún así éstos siguen cambiando. No me quejo.
Cada uno tiene que sentirse a gusto.
Nadie puede obligar a estar, ni a cambiar, ni a negar que estás bien.
Nadie puede obligarme a negar que estoy loca por ti, que me satisface que el karma haya funcionado.
Tengo mil defectos, lo sé. Todos los tenemos.
Me puede la inocencia, a otros la soberbia.
Yo qué sé.
Lo bonito es no querer cambiar a otra persona.
Nadie obliga a quedarse. La balanza no te ata.
Sé que ya podría haber ido a Roma muchas veces, pero no he querido.
Roma no es un billete con X días de hotel, sino sumergirme en kilómetros de arte.
Decíamos 3 kilómetros sobre el cielo no?
Los prefiero bajo tu piel.
No hay comentarios:
Publicar un comentario