6 sept 2016

Appadictos

Apto también para "adivinos" de Facebook entre otros.

No existe fórmula para tener una relación sana, confiar en la medida exacta, saber solucionar los problemas, entender los silencios.

Pueden rescatar series de dibujos de hace una década, controlar un ciclo menstrual, perfeccionar imágenes.
Pero no solucionan las cosas importantes.

También están las cadenas que dan suerte o desgracia según las compartas, ésas que antes iban por correo electrónico.
Hay citas por Skype y una larga lista de vídeos amateur con las que ahorrarse la tarifa de un servicio.

Pero la vida está fuera de los aparatos.
Está en una caricia, en una palabra con la voz como único hilo conductor.
La comida hecha en casa, con número ilimitado de pinches en la misma cocina.
Respirar olores de ciudades, de costas, de países, de culturas.

Es penoso, pero veo más lógica en socializarse a base de cubatas y resacas compartidas, el clásico 'me han liao", que hablar tecleando, cuidando más un altavoz que los oídos; una pantalla antes que las cuerdas vocales.

Y llamadme loca por alegrarme por ese camarero que te atiende ronco, esa amiga que no recuerda el porqué de un moratón.

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