365 días
Días para olvidar y días para recordar. Hubieron lágrimas, hubo desesperación y hubo errores, igual que hubieron recompensas, sonrisas, metas logradas.
+
Personas como Microbio o Estrella me han sorprendido, estando ahí siempre, incluso cuando no se lo pedí.
Tu madre o Hec llevándome al médico. Estrella ayudándome con la compra. Microbio compartiendo sofá.
Pero tú...
Recuerdo que el año pasado, el segundo día del año, me acompañaste a casa poerque el mojito de fresa no me sentó muy bien. Tú me acompañaste en las rebajas de enero. Tú accediste a quedar, plan mimos, ese domingo. Tú me besaste al llegar a mi portal. Tú has dormido conmigo, me has ayudado con compras, me has dado oxígeno para volver a sonreír. Me has dado fuerza cuando al he necesitado. Has derribado nubarrones. Has conseguido que mi odio a la vida se convirta en ganas.
Pero ha habido más.
Puede que con vínculo a ti, o no. Pero están Microbio, Hec, Estrella, Piruleta, Infancia, Tato, El guitarrista... Sin lugar a dudas más personas de las que nunca pensé serían tan importantes.
Conocer a Amarillo, reabrir esa etapa de mi vida tan artística y musical. Algo tan puro y natural como avanzar, sin leyes y sin fechas.
Quiero mil años como este.
30 dic 2014
24 dic 2014
Familia sin apellidos
Hace cosa de un año escribí Más que familia. En esa entrada venía a decir que hay uniones más fuertes que cualquier apellido.
Algo sí me sucede de un tiempo a esta parte.
Puede que Microbio no sea más que una amiga conocida por casualidad o que tú te limites a actuar como cualquier enamorado. Pero para mí no es sólo eso.
Microbio ha estado ahí en los momentos más inexplicables. ¿Por qué ella? ¿Por qué somos tan parecidas en ciertos aspectos?
Y tú... Comenzaste ser más que amigo, muy poco a poco, sin apenas darme cuenta; y esta noche la pasaremos juntos, como tantas otras. Muchos planes para estas fechas: comida sana, una noche juntos, estrenar ciertas prendas... pero dos planes se salen de todo eso.
Un musical de mi infancia. Blancanieves. Y compartir mesa, que no chupitos como con Microbio, en estas fechas con un chico del 94. No tiene pseudónimo... ni creo que sea necesario.
Tampoco es que esté muy planificado este recorrido en el tiempo. Celebraré fin de año, conoceré a algunos peques... pero por lo demás será como todos los días.
Familia sin apellidos.
Algo sí me sucede de un tiempo a esta parte.
Puede que Microbio no sea más que una amiga conocida por casualidad o que tú te limites a actuar como cualquier enamorado. Pero para mí no es sólo eso.
Microbio ha estado ahí en los momentos más inexplicables. ¿Por qué ella? ¿Por qué somos tan parecidas en ciertos aspectos?
Y tú... Comenzaste ser más que amigo, muy poco a poco, sin apenas darme cuenta; y esta noche la pasaremos juntos, como tantas otras. Muchos planes para estas fechas: comida sana, una noche juntos, estrenar ciertas prendas... pero dos planes se salen de todo eso.
Un musical de mi infancia. Blancanieves. Y compartir mesa, que no chupitos como con Microbio, en estas fechas con un chico del 94. No tiene pseudónimo... ni creo que sea necesario.
Tampoco es que esté muy planificado este recorrido en el tiempo. Celebraré fin de año, conoceré a algunos peques... pero por lo demás será como todos los días.
Familia sin apellidos.
16 dic 2014
Detalles que recopilar
Me quedo con tus besos. Con el regusto de unos tragos de café solo. Con todo aquello previo a nuestros besos.
Me quedo con la suavidad de tus dedos haciendo cosquillas sobre mi piel. Con el ligero peso que ejercela manta de tu cama. Con los crujidos de mi espalda cuando me das un masaje.
Me quedo con el aoma natural de tu casa. Con el aire que respiras estando dormido. Con el olor de tu pijama sobre mi cama.
Por encima de todo eso, me quedo con el oxígeno que respiramos, la bocanada que respiraste antes de besarme en mi portal. Con nuestros suspiros. Nuestros silencios. Las lágrimas derramadas y también las calladas.
Me quedo con la suavidad de tus dedos haciendo cosquillas sobre mi piel. Con el ligero peso que ejercela manta de tu cama. Con los crujidos de mi espalda cuando me das un masaje.
Me quedo con el aoma natural de tu casa. Con el aire que respiras estando dormido. Con el olor de tu pijama sobre mi cama.
Por encima de todo eso, me quedo con el oxígeno que respiramos, la bocanada que respiraste antes de besarme en mi portal. Con nuestros suspiros. Nuestros silencios. Las lágrimas derramadas y también las calladas.
Páginas
Reconozco que hay días en los que mi dependencia emocional pueda ser agobiante.
Días en los que aparente egoísmo anímico.
El motivo principal es mi inestabilidad psicológica, esos sentimientos extremos que tanto me sacan de quicio. No trato de justificarme, simplemente hacer entender que no es voluntad propia; por eso mismo no me siento orgullosa de ello.
Miles de situaciones que me gustaría manejar o haber manejado de modo diferente.
Aprender a decir NO en lugar de conformarme.
Puede que esat entrada parezca triste cuando solo es realista.
Igual que realista es el abismo de positividad que me embargó hace nueve meses. La sorpresa de ver un buen resultado. Un sueño cumplido. Y a partir de ahi, un sueño tras otro.
Siempre he tenido memoria cronológica... ¿y qué? Ya sea lunes, 3, miércoles, domingo... como si es 13/07, cualquier fecha presente es motivo de sonrisas. Un carpetazo a errores cometidos.
¿Pasar página? Contigo reescribo.
Días en los que aparente egoísmo anímico.
El motivo principal es mi inestabilidad psicológica, esos sentimientos extremos que tanto me sacan de quicio. No trato de justificarme, simplemente hacer entender que no es voluntad propia; por eso mismo no me siento orgullosa de ello.
Miles de situaciones que me gustaría manejar o haber manejado de modo diferente.
Aprender a decir NO en lugar de conformarme.
Puede que esat entrada parezca triste cuando solo es realista.
Igual que realista es el abismo de positividad que me embargó hace nueve meses. La sorpresa de ver un buen resultado. Un sueño cumplido. Y a partir de ahi, un sueño tras otro.
Siempre he tenido memoria cronológica... ¿y qué? Ya sea lunes, 3, miércoles, domingo... como si es 13/07, cualquier fecha presente es motivo de sonrisas. Un carpetazo a errores cometidos.
¿Pasar página? Contigo reescribo.
13 dic 2014
En lo bueno y en lo malo
Motivos de salud. "Te acompaño al médico"o tranquilidad "Me quedo a dormir".
Como ya dije, las fechas dejaron de importar; en todos los aspectos posibles; los días 3, los aniversarios de malos recuerdos o tantas fechas comercializadas.
¿Por qué insistir en resumir el amor,la familiaridad, las figuras paternas a 24 horas?
Habrá días egoístas, días rencorosos, días susceptibles, días sin sonrisas. Serán días juntos. Días en los que regalarnos silencio: espacio suficiente para poder desahogar; días en los que ser un saco de boxeo para ser golpeado.
Todo con tal de convertirlo negro en gris e ir en busca de nuevos días blancos.
Como ya dije, las fechas dejaron de importar; en todos los aspectos posibles; los días 3, los aniversarios de malos recuerdos o tantas fechas comercializadas.
¿Por qué insistir en resumir el amor,la familiaridad, las figuras paternas a 24 horas?
Habrá días egoístas, días rencorosos, días susceptibles, días sin sonrisas. Serán días juntos. Días en los que regalarnos silencio: espacio suficiente para poder desahogar; días en los que ser un saco de boxeo para ser golpeado.
Todo con tal de convertirlo negro en gris e ir en busca de nuevos días blancos.
11 dic 2014
Preguntas que me persiguen
¿Cuándo empezó todo?
¿De dónde saliste? ¿Qué tuvo que pasar para que nos descrubiéramos? ¿Cómo serían nuestras vidas si hubiésemos tomado otras decisiones?
¿Hasta qué punto el destino está escrito y dónde podemos comenzar a decidir por nuestra cuenta?
En otras circunstancias...
¿Nos habríamos conocido igualmente? ¿No habríamos querido? ¿Estaríamos juntos? ¿Estaríamos enamorados? ¿Encajaríamos del mismo modo que hoy?
¿Es ciero que "Nada es para siempre"?
¿Es cierto que estamos programados para amar?
¿Es cierto que el amor nos hace diferentes, mejores personas?
¿Es cierto que desde el Más allá nos mandan señales para hacernos la vida más fácil y así rellenar los vacíos que una vez ellos dejaron?
¿Es cierto que el karma equilibra energías?
¿Es cierto que la vida es un regalo que se nos da sin esperar nada a cmabio?
Yo sólo sé que ahora, pese a mil fantasmas delpasado, contigo, soy feliz y no le puedo pedir nada más a esta vida imperfecta. O sí, que se replantee lo de imperfecta.
¿De dónde saliste? ¿Qué tuvo que pasar para que nos descrubiéramos? ¿Cómo serían nuestras vidas si hubiésemos tomado otras decisiones?
¿Hasta qué punto el destino está escrito y dónde podemos comenzar a decidir por nuestra cuenta?
En otras circunstancias...
¿Nos habríamos conocido igualmente? ¿No habríamos querido? ¿Estaríamos juntos? ¿Estaríamos enamorados? ¿Encajaríamos del mismo modo que hoy?
¿Es ciero que "Nada es para siempre"?
¿Es cierto que estamos programados para amar?
¿Es cierto que el amor nos hace diferentes, mejores personas?
¿Es cierto que desde el Más allá nos mandan señales para hacernos la vida más fácil y así rellenar los vacíos que una vez ellos dejaron?
¿Es cierto que el karma equilibra energías?
¿Es cierto que la vida es un regalo que se nos da sin esperar nada a cmabio?
Yo sólo sé que ahora, pese a mil fantasmas delpasado, contigo, soy feliz y no le puedo pedir nada más a esta vida imperfecta. O sí, que se replantee lo de imperfecta.
9 dic 2014
Rózame
Rózame la nuca cuando esté triste.
Rózame la cintura cuando sientas que voy a caer.
Rózame las manos cuando tiemblen de frío.
Rózame los párpados con tus labios cuando presientas que van a llorar.
Rózame la espalda cuando busques mis instintos.
Rózame el corazón cada día, como si fuera el primero.
Enamórame cada día, cuidame y deja que te cuide.
Muestra tu debilidad y pideme ayuda, como yo hice tantas veces.
Confía en mí y verás como arreglo todo lo que está del revés.
Compartamos espacio, compartamos vida, secretos y silencios; silencios rellenos de respiraciones al dormir, de suspiros que ahogan todo lo que las palabras no abarcan.
Vámonos a Roma, Mónaco, Valencia... qué más da dónde estemos?
Contigo hasta el cielo parece un lugar mágico, si algún día no lo fue.
Dibuja mi sonrisa con la yema de tus dedos cuando estoy en al cama.
Describe el camino desde mi boca hasta el ombligo con un reguero de besos.
Siente mis locas caricias por tu espalda.
Toma aire, cierra los ojos y confía en mí. Que todo llegará.
Todo lo bueno que me diste y me sigues dando, se te deolverá.
Saca las inquietudes y sueños sin cumplir y pongámonos a hacerlos realidad.
¿Quién dijo que el tiempo y la confianza sustituyen a la magia, al enamoramiento? Un desgraciado que no amó.
La magia persiste tanto como queramos. Bien puede desparecer, pero también puede ser eterna.
Puede que nos amoldemos a un presente/futuro juntos, pero siempre podremos conservar la sorpresa que supuso abrir los ojos.
No creo que desaparezca mi leve sonrisa al sentir contacto con tu piel.
La sorpresa de mi cuerpo al reencontrarme con tu roce.
Rózame la cintura cuando sientas que voy a caer.
Rózame las manos cuando tiemblen de frío.
Rózame los párpados con tus labios cuando presientas que van a llorar.
Rózame la espalda cuando busques mis instintos.
Rózame el corazón cada día, como si fuera el primero.
Enamórame cada día, cuidame y deja que te cuide.
Muestra tu debilidad y pideme ayuda, como yo hice tantas veces.
Confía en mí y verás como arreglo todo lo que está del revés.
Compartamos espacio, compartamos vida, secretos y silencios; silencios rellenos de respiraciones al dormir, de suspiros que ahogan todo lo que las palabras no abarcan.
Vámonos a Roma, Mónaco, Valencia... qué más da dónde estemos?
Contigo hasta el cielo parece un lugar mágico, si algún día no lo fue.
Dibuja mi sonrisa con la yema de tus dedos cuando estoy en al cama.
Describe el camino desde mi boca hasta el ombligo con un reguero de besos.
Siente mis locas caricias por tu espalda.
Toma aire, cierra los ojos y confía en mí. Que todo llegará.
Todo lo bueno que me diste y me sigues dando, se te deolverá.
Saca las inquietudes y sueños sin cumplir y pongámonos a hacerlos realidad.
¿Quién dijo que el tiempo y la confianza sustituyen a la magia, al enamoramiento? Un desgraciado que no amó.
La magia persiste tanto como queramos. Bien puede desparecer, pero también puede ser eterna.
Puede que nos amoldemos a un presente/futuro juntos, pero siempre podremos conservar la sorpresa que supuso abrir los ojos.
No creo que desaparezca mi leve sonrisa al sentir contacto con tu piel.
La sorpresa de mi cuerpo al reencontrarme con tu roce.
4 dic 2014
Inventario
Dejaron de importarme las fechas, la cifra exacta de noches compartiendo sábanas.
Dejó de importar dónde quedar; si en mi casa, tu cuarto o perdidos entre las calles. Con quién, qué plan.
Tú, yo y fin.
Cada día 3 ha sido y seguirá siendo un número en rojo en el calendario, pero lo mejor es que el resto de días también. Hace cosa de un mes, hizo un año de ese primer viernes compartiendo sofá, el origen de tu pseudónimo, las cenas precocinadas. Y hace 9 meses, como ayer, jugamos como niños en ese local recreativo.
Qué gracia ayer cuando, nada más entrar en el autobús sonó Someone like you. Alguien como tú. Insistes en que eres normal, que chicos como tú hay a miles, pero es la gran mentira de todo lo que dices.
Volvió a romperse la jaula de mariposas recogiditas en mi tripa, volvió la risa tonta, volvió el inventario de recuerdos a medio escribir.
¿Cuántos recuerdos escribiremos en sus páginas? ¿De cuántos folios constará? ¿Cuánta tinta invertiremos? ¿Cuántas erratas cometeremos?
Un buen día aparecieron este tipo de cuadernos(blogs), en los que poder dar de sí los contenidos de cualquier documento, sin riesgo a traspapelear. Puede que el inicio de esta web fuese hace 3 años, pero cualquiera que lo conozca desde su inicio puede decir que hace 9 meses empezó a hablar verdaderamente del amor. Enamorame, amor dejó de tener sentido, si es que algún día lo tuvo.
Dejó de importar dónde quedar; si en mi casa, tu cuarto o perdidos entre las calles. Con quién, qué plan.
Tú, yo y fin.
Cada día 3 ha sido y seguirá siendo un número en rojo en el calendario, pero lo mejor es que el resto de días también. Hace cosa de un mes, hizo un año de ese primer viernes compartiendo sofá, el origen de tu pseudónimo, las cenas precocinadas. Y hace 9 meses, como ayer, jugamos como niños en ese local recreativo.
Qué gracia ayer cuando, nada más entrar en el autobús sonó Someone like you. Alguien como tú. Insistes en que eres normal, que chicos como tú hay a miles, pero es la gran mentira de todo lo que dices.
Volvió a romperse la jaula de mariposas recogiditas en mi tripa, volvió la risa tonta, volvió el inventario de recuerdos a medio escribir.
¿Cuántos recuerdos escribiremos en sus páginas? ¿De cuántos folios constará? ¿Cuánta tinta invertiremos? ¿Cuántas erratas cometeremos?
Un buen día aparecieron este tipo de cuadernos(blogs), en los que poder dar de sí los contenidos de cualquier documento, sin riesgo a traspapelear. Puede que el inicio de esta web fuese hace 3 años, pero cualquiera que lo conozca desde su inicio puede decir que hace 9 meses empezó a hablar verdaderamente del amor. Enamorame, amor dejó de tener sentido, si es que algún día lo tuvo.
17 oct 2014
No lo elegí.
Que una amistad tan débil terminase en este amor, este TODO.
No elegí vivir situaciones límites en nuestro inicio.
No elegí aarmarme de valor frente a mi salud y mis evoluciones.
Yo qué sabía que iba a tener parte de mí en tu casa. Pijama, cepillo de dientes, una goma del pelo.
Mi sitio para comer, mi peluche para cuando leo, mi lado de a cama.
Me empezó a gustar el olor natural de tu casa mezclado con tabaco, pero también me gusta la pasta de dientes de tu hermano.
Me gusta ver películas tumbada en tu cama; ya no me suelo quedar dormida.
No elegí vivir situaciones límites en nuestro inicio.
No elegí aarmarme de valor frente a mi salud y mis evoluciones.
Yo qué sabía que iba a tener parte de mí en tu casa. Pijama, cepillo de dientes, una goma del pelo.
Mi sitio para comer, mi peluche para cuando leo, mi lado de a cama.
Me empezó a gustar el olor natural de tu casa mezclado con tabaco, pero también me gusta la pasta de dientes de tu hermano.
Me gusta ver películas tumbada en tu cama; ya no me suelo quedar dormida.
14 sept 2014
Viajar contigo
Ha sido un fin de semana contigo, sí, pero también ha sido
un recorrido vertiginoso por miles de recuerdos. Empecé oliendo el mar y continué abriendome paso.
Familiares especiales, como Amarillo, de esos que lo sabes
todo cuando en realidad no sabes nada. No sabía el olor de su piel ni el tacto
de sus abrazos. Hablo de él porque es el único que tenía pseudónimo antes de
este encuentro.
Ha habido caritas de niños, la mayoría nuevas pero… algunas
con esa magia especial que, sin querer, aparece en mi cabeza cuando pienso en “niño”.
Claro que habría estado mejor si estuviésemos TODOS. Pero creo que, a través de
la música, las risas o la magia, aunque no lo viésemos, hemos estados TODOS.
Aun en otros países, aun más allá de las nubes. Moccia habla de 3 metros sobre
el cielo, yo contigo de kilómetros… pero creo que ayer la unión familiar fue a
un radar de vidas. Sabes perfectamente de quiénes hablo.
Tú nunca habías presenciado ese estado de debilidad que tuve
al ver esa danza. Recuerdos, presos.
Me queda decir. Gracias por escucharme en el coche, por
evitar que m encerrase en el baño nada más llegar, por respetar las venadas egoístas.
Y por prohibirme pronunciar un “gracias”. Todo lo que haces por mí, es porque
sal de ti.
¿Próximo viaje? Roma. ¿Próximo vuelo? A nuestros sueños.
(Ya, ya sé qie no ha sido un vuelo, pero a Roma lo será ¿no?)
7 sept 2014
La clave
Es la tecla, la llave necesaria para abrir un camino.
¿Recuerdas cuando decía que pulsaste la tecla que necesitaba?
Las claaves SIEMPRE abren caminos.
La clave de sol es la que precede a todaa pieza musical. Y mucho más.
¿Recuerdas cuando decía que pulsaste la tecla que necesitaba?
Las claaves SIEMPRE abren caminos.
La clave de sol es la que precede a todaa pieza musical. Y mucho más.
31 ago 2014
El momento
Momento para perder miedos, para dejar de ser una niña asustada. Momento para ofrecer el maximo de nuestras sensaciones. Momento exacto en el que gritar y plantar cara a los malos tragos.
El espacio delimitado por las paredes de tu cuarto o la superficie de mi cama ya se queda demasiado grande para esto tan bonito que es NOSOTROS.
Hace no tanto respetabamos nuestro espacio estableciendo distancias temporales. Pero veo que ya no importa que sea sabado o que tu cama mida 105 cm.
Ahora los pocos detalles que necesito es ver tus sonrisas, tus leves caricias cuando tengo pesadillas, tus besos dulces de buenos dias.
El espacio delimitado por las paredes de tu cuarto o la superficie de mi cama ya se queda demasiado grande para esto tan bonito que es NOSOTROS.
Hace no tanto respetabamos nuestro espacio estableciendo distancias temporales. Pero veo que ya no importa que sea sabado o que tu cama mida 105 cm.
Ahora los pocos detalles que necesito es ver tus sonrisas, tus leves caricias cuando tengo pesadillas, tus besos dulces de buenos dias.
24 ago 2014
pizza CARBONara
Ocho amigos. Cada uno preparado con su bocadillo y muchas ganas de pasar el día.
Vértigo superado. Imágenes presas en una cámara fotográfica, para nada pequeña.
Una ermita que no nos dejó entrar en ella. un "castillo" de cuento de hadas con vistas amplias.
Parajes apenas conocidos, con algo de aire fresco y "asientos" para comer tranquilos. Y subir, subir... adentrándonos en un refugio de hace años.
Locuraas; hora ideal para descubrir caminos complejos.
Compra de comida para la promesa del verano. Una pausa, ducha fría y cenitaa, todos juntos.
Mr Secretos, Pulsera blanca, Leñador, GPS, Gominolas. Apoyo, tú y yo preparamos la cena ya cerca de media noche. Grabaciones de voz, fotografías, recuerdos, planes, comentarios, cartas... cartas y risas que casi llegan a ver la luz del sol.
¿Qué más dará que tenga un sueño que no veo?¿Qué más darán lasa agujetas? ¿Qué más dará que la pizza estuviese quemada si, en el fondo, estabamos abrasados de sensaciones?
Vértigo superado. Imágenes presas en una cámara fotográfica, para nada pequeña.
Una ermita que no nos dejó entrar en ella. un "castillo" de cuento de hadas con vistas amplias.
Parajes apenas conocidos, con algo de aire fresco y "asientos" para comer tranquilos. Y subir, subir... adentrándonos en un refugio de hace años.
Locuraas; hora ideal para descubrir caminos complejos.
Compra de comida para la promesa del verano. Una pausa, ducha fría y cenitaa, todos juntos.
Mr Secretos, Pulsera blanca, Leñador, GPS, Gominolas. Apoyo, tú y yo preparamos la cena ya cerca de media noche. Grabaciones de voz, fotografías, recuerdos, planes, comentarios, cartas... cartas y risas que casi llegan a ver la luz del sol.
¿Qué más dará que tenga un sueño que no veo?¿Qué más darán lasa agujetas? ¿Qué más dará que la pizza estuviese quemada si, en el fondo, estabamos abrasados de sensaciones?
13 ago 2014
21 días
21 días para resumir un sueño, 21 días para pedir deseos, 21 días para un día más.
Día a día, noche tras noche buscándote al otro de la cama y encontrándote justo donde te necesito: en mi mente, en mi recuerdo, en miles de momentos compartidos.
Día a día, noche tras noche buscándote al otro de la cama y encontrándote justo donde te necesito: en mi mente, en mi recuerdo, en miles de momentos compartidos.
5 ago 2014
Por fin
... ¿qué?
Por fin mensajería instantánea gratuita en mi móvil, por fin 5 meses, por fin no tengo miedo....
Pero resulta que me da exactamente igual esperar. Porque lo que siento por ti paraliza el tiempo. Es como si tuviera el poder de congelar, literalmente, todo.
Congelar las malas lenguas y críticas. Congelar aquellos traumas que persistían, tan cálidos como en su día.
Por fin ya no hay ningún tipo de duda.
27 jul 2014
Sin fechas
¿Para qué escribir entradas cuando el 90% de lo que siento por ti sólo lo entiendes tú? La falta de conexión a Internet tal vez ayude a que la mayor parte esté quedando grabada paara el regalo que te daré. Falta un mes y menos de una semana para que lo entiendas todo.
¿Cómo supe el 05/03 que el ticket me serviría para algo? Seguramente intuición.
La intrtuición no atiende a cifras ni fechas ni explicaciones ni conveniencias.Sin límites... sin nada.
¿Cómo supe el 05/03 que el ticket me serviría para algo? Seguramente intuición.
La intrtuición no atiende a cifras ni fechas ni explicaciones ni conveniencias.Sin límites... sin nada.
13 jul 2014
Ni siquiera estar
Puede que cada vez escriba menos. Puede que no dependa únicamente de la conexión a internet.
Puede que estuviera acostumbrada a que mis entradas fueron desaahogos o novedaades. puede que ultimaamente sea feliz.
Como tú ya sabes, mi alimentación es normal, mi descanso es normal, mis traumas están desapareciendo y mi aautoestima está, por fin, normalizada.
Pero quedan mil cosas por decir. Siempre han habido fechas difíciles, días en los que no había nada de luz: en mi mirada, en mi sonrisa. Y ahora todo eso me da igual. Puede quel incio del mes me costase un poquito, pero no pasó con el cumpleaños de Sergio ni está pasando hoy.
Soy feliz, me gusta mi vida de ahora. Es cierto que algunas mañanas al despertar, hundo la nariz en tu pijama, pero no es añoranza, sino saber que estás aquí; en esta cabecita que no para de pensar. Tambien es verdad que ya no planifico; cuando lo intento, me sale mal. Qué feliz se es viviendo.
El verbo reflexionar me hace pensar en una especie de castigo, como cuando a un niño se le dice "Vete a rincón de pensar". A menudo reflexionamos sin haber hecho nada malo, son las dudas, las inseguridades.
Pro yo no tengo de eso. Y no. Contigo o sin ti, siento que vivo como cualquier otra chica de veintidós años. saludo a algunos vecinos, hago la compra, visito a mis famiiares y estoy con el chico al que quiero. algo sencillo. Algo que me hace feliz. Puede que no necesite viajar a Roma, ni ver películas buenas. Simplemente estar contigo, y ni siquiera estar.
Puede que estuviera acostumbrada a que mis entradas fueron desaahogos o novedaades. puede que ultimaamente sea feliz.
Como tú ya sabes, mi alimentación es normal, mi descanso es normal, mis traumas están desapareciendo y mi aautoestima está, por fin, normalizada.
Pero quedan mil cosas por decir. Siempre han habido fechas difíciles, días en los que no había nada de luz: en mi mirada, en mi sonrisa. Y ahora todo eso me da igual. Puede quel incio del mes me costase un poquito, pero no pasó con el cumpleaños de Sergio ni está pasando hoy.
Soy feliz, me gusta mi vida de ahora. Es cierto que algunas mañanas al despertar, hundo la nariz en tu pijama, pero no es añoranza, sino saber que estás aquí; en esta cabecita que no para de pensar. Tambien es verdad que ya no planifico; cuando lo intento, me sale mal. Qué feliz se es viviendo.
El verbo reflexionar me hace pensar en una especie de castigo, como cuando a un niño se le dice "Vete a rincón de pensar". A menudo reflexionamos sin haber hecho nada malo, son las dudas, las inseguridades.
Pro yo no tengo de eso. Y no. Contigo o sin ti, siento que vivo como cualquier otra chica de veintidós años. saludo a algunos vecinos, hago la compra, visito a mis famiiares y estoy con el chico al que quiero. algo sencillo. Algo que me hace feliz. Puede que no necesite viajar a Roma, ni ver películas buenas. Simplemente estar contigo, y ni siquiera estar.
22 jun 2014
48 horas
No suelo
usar cifras en mis entradas, pero hace algo de tiempo que ese detalle ha
cambiado.
Costumbres:
dormir en TU cama comer en TU casa y, desde hace varias semanas, estar en
pijama allí. Hay algo nuevo. Puede que no sea la primera noche que hemos
dormido bajo la misma sábana, pero hasta ayer TU Cama no había sido mi reposo
nocturno.
Los besos.
Como siempre,
tiernos, cálidos, lentos… rápidos, húmedos; hay niveles, cada momento, cada mensaje
no escrito. Pero HAY OTRA NOVEDAD. Ayer nuestros besos fueron kamikazes hacia
otro mundo. Mi respiración y mis latidos se volvieron locos; igual que toda mi
piel adquirió una carga eléctrica brutal y cada centímetro de mi cuerpo insistía
en acortar cualquier distancia.
Nuevas expresiones.
Nuevas respiraciones. ¿Nuevas sonrisas? Las mismas de siempre; a cada instante
se renuevan.
Ya no
es que te preocupes de mi alimentación ni mi comodidad. Te adaptas a mis
tiempos, a cada pausa, a cada ataque de mimos.
También
ha cambiado el tipo de sueños en los que apareces. Hay contextos de comedias románticas
y también contextos de terror, pero da igual. Porque son sueños. Sueños que no
merecen plazo fijo en mi pensamiento.
La verdad
es que, desde anoche, hay tropecientos mil detalles que me hacen suspirar. Contemplar
la leve curva de mis caderas, la marca de mis clavículas, ver/oler tu pijama,
ojear el punto exacto de tu cama donde nos besamos con locura, el simple
recuerdo de la sonrisa de tus ojos cuando sujetas mi cintura.
Y es de
locos darlo TODO por tres meses y medio. Es de locos la dependencia emocional. Pero
es de gilipollas dejar pasar todo este amor.
Por una
vez, sé lo que quiero. ¿Cómo era esa frase, Mr Secretos? Ah, sí. TODO LLEGA.
15 jun 2014
Hábitos
¿Acaso
es normal planificar una quedada hasta medianoche y proseguir dos horas más? ¿Acaso
es normal pedirnos unos cafés a altas horas de la noche? ¿Acaso es normal que aún
me sorprenda el efecto de tus manos?
Pues no,
no es normal. Igual que no es normal que llevase cerca de un año sin llegar a
casa a esta hora. Pero, ¿sabes qué? Mr Secretos, una vez más, tiene toda la razón.
TODO LLEGA.
Puede que
haya sido raro beber refresco de cola en tazas, a falta de vasos. Puede que haya
sido raro quedar con Piruleta, tomar algo en ese bar saturado de leyenda, para
luego enseñarle mi Espacio. Puede que haya sido extraño tardar tanto tiempo en
ser algo más que Vitoria o Lerma. Pero llegó.
La báscula
por fin dejó de llevarme la contraria. Mi estómago acepta lo que le doy. Las risas
me provocan dolor abdominal, de nuevo. Y… no sé. Pulsera blanca parecía incluso
ilusionada. Y Hec, lo he dicho, igual es cosa mía, me parece más abierto
conmigo, más él mismo.
Pero no
son sólo mis cambios, sino también los comportamientos respecto a mí. Ayer comprendí
la imposibilidad de filosofar con Leñador; también que mi cuerpo se ha desacostumbrado
a los licores. Pero, ante todo, me quedo con las sonrisas transformadas en
risas.
Dentro de
un mes, hoy será un viernes más. Espero.
PDT: el
80% de esta entrada parece un inventario, ajeno a ti, pero, cualquiera que me
conozca antes de ti, sabe que esto es resultado de tu presencia en mis días.
8 jun 2014
Dulces detalles
Acepté,
hace ya tiempo, que cada minuto contigo sería una nueva experiencia, como los
primeros pasos, las primeras palabras.
Has sido
la primera persona que ha dormido conmigo en el piso, la primera vez que como
sentada en el salón, mi primer sábado sin preocuparme de la hora para llegar a
casa, mi primer atracón a donetes.
Y, ríete,
pero en Espacio dije que pensar en ti es tenerte al lado; ayer, cuando llené la
bañera de agua caliente y espuma de frambuesa, ahí estabas.
Esta,mañana,
mientras me vestía, he visto la marca que dejaste ayer en mi tripa con tu boca:
es extraña, demasiado alargada, puede parecer.
Está claro
que cualquier marca que dejes en mí, será única.
Lo siento,
Amaia Montero; nadie como tú.
6 jun 2014
Una noche
Escribo
los bocetos de mis blogs en un cuadernito. Doble tarea, pero me gusta.
He estado
dos noches durmiendo un poco mal, por culpa del colchón, y salía pronto a la
calle con tal de no ver el desorden que conlleva la mudanza.
Pero ayer
fue un “primer día”. Cenaste en casa. Hemos dormido juntos, otra vez… pero esta
vez solo tú y yo, y sin presiones. Tras desayunar, vuelta a dormir. Y tras
comer, otra vez. Desde hoy, hay un pijama tuyo en mi casa y viceversa.
Pero ahora
toca relatar. Dormir contigo no era nuevo, pero me parece perfecto. Porque es confianza,
es respeto con mayúsculas. Porque cualquier pareja que comparten cama, por
regla de tres, tienen algo más que caricias. En cambio nosotros no. Tu manía de
quitar granitos de mi espalda hoy me ha hecho ver que no pasará nada mal. Me he
vestido mientras dormías sin timidez, principalmente porque me respetas,
repito. También me ha encantado cada minuto que hemos pasado repantigados en el
mismo sofá. Y cuando hemos comido sentados en el suelo.
Besos tiernos,
besos traviesos, besos dulces, besos simples.
Como siempre,
me ayudas. ¿Cómo? No lo sé, pero lo haces como nadie. Perfecto, preciso.
Además,
ya sabes que tengo ganas locas de compartir este mi Espacio con otras
personillas… tiempo habrá. Lo bonito es que tú has sido el primero.
Día 2
Pocas horas
de sueño pueden funcionar a un 200%. Comprobado.
48
horas sin rechazar alimento, café hecho en casa, un poquito más de orden, un
libro terminado y otro iniciado. Algo de ropa en el armario y compra “industrial”
domestica. No, no me apaño con tanto espacio de congeladores. Pero, a lo tonto,
he vencido mi pánico a las escaleras, más Espacio.
Y, ¿sabes?
Me encanta que me ayudes con la compra, que me llames “Nena” para enseñarme una
oferta, que me abraces por la cintura cuando ya estoy cansada. Esta mañana se
lo he dicho a tu madre. Me tomo tu “existencia” como algo natural, pero sé perfectamente
que no podría estar haciendo lo que hago de no ser por ti. “Simplemente me hace
las cosas fáciles”. Llevamos tres meses, y ambos estamos metidos en la vida del
otro como 10 años atrás. Yo lo veo así. ¿Y tú?
En resumen…
no quiero parar esto.
Volver a empezar
Hace ya
unos años había un hit remix que se llamaba así.
A mí me
hacía gracia porque “De cero, contigo o sin ti” me parecía la dedicatoria
perfecta a cierto personaje.
El caso
es que ahora, metida entre las sábanas de mi nueva cama, de mi Espacio, siento
que todo va a empezar. He puesto la primera cafetera y he rebuscado entre las
maletas algo de ropa interior, ya colocada, libros, detalles y mi pijama. Lo mejor
de este volver a empezar es que tú me has ayudado en todo. Se suponía que iba a
leer un poco. Pero estoy reventada. Buenas noches, mi amor.
2 jun 2014
Espacio
Pausa, distancia... aire.
Cualquier tipo de espacio está limitado. La atmósfera por la
capa de ozono. Una amistad cuando la confianza es amor. Un hogar por la
cerradura de la puerta.
Y a menudo es necesaria una llave. Llaves que abren
corazones. Llaves que te abren paso a un mundo impartido por tus reglas. Llaves
que abren etapas de madurez. Llaves que abren esperanzas. Y llaves que dan
portazo a rutinas.
Espacios individuales, espacios compartidos. Espacio contigo,
espacio con oxígeno. Espacio nuevo, espacio suficiente para soñar, también sufrir,
por mi cuenta y riesgo.
Hoy, en la prueba médica, me ha hecho gracia “¿Sois pareja? Siéntate
aquí y levántate la camiseta”. He aguantado más de lo que me creía capaz, pero
el límite es repentino, como siempre. Espacio insuficiente en mis pulmones,
arterias… o lo que sea. Otra vez, espacio.
Espacio también es un bien material. Y, ¿sabes? Cuando estoy
contigo, sin necesidad de contacto físico ni hablar, una especie de cúpula se
cierne sobre nosotros y crea NUESTRO espacio. En la calle, en casa, en el
médico, mediante una llamada de teléfono, no importa. Ahora mismo estoy
compartiendo espacio contigo, porque mi corazón está pensando en ti y hablando
de cosas relacionadas contigo. Me duermo contigo, sueño contigo, me despierto
contigo, tomo café contigo, respiro contigo. Lo mejor es que no hay cifras de
metros cuadrados ni nada que delimite nuestro espacio.
1 jun 2014
Como de costumbre, tú arreglas mis días grises.
Tras una noche con pocas horas de sueño, he ido a tu casa. Te
he encontrado dormido y, como siempre, me has contagiado una ternura ilimitada;
mi niño grande, mi peluche, mi boca de besos sabor chocolate. Y, para variar,
he estado hablando con tu madre. Se preocupa por mí, me pregunta qué tal duermo
y cómo va mi estómago. Y hoy nos ha tocado llorar; digo NOS porque sus ojos han
sido mares desbordados a los pocos minutos de que otras lágrimas recorrieran
mis mejillas; no me ha dolido, no me avergüenza llorar. Sólo he de decir que su
reacción ha sido diferente a la tuya. No por falta de costumbre, sino porque es
más como yo.
Entre tanto, has aparecido por la cocina y, mientras yo
hablaba con tu madre, me has abrazado por la cintura; debería poner esta frase
en negrita porque ha sido lo que más me ha llamado la atención.
En la comida, cómo no tu hermano ha llegado tarde. Pero digo
lo mismo que el día que vine de viaje: me encanta ver al familiaridad que cojo
con él. Café frío, que no falte. La sobremesa ha seguido entre película y
lectura.
En tu habitación ha habido otra gran dosis de mimos, esos
que necesitaba desde ayer. También he dormido un poquito, a tu lado, mecida por
tu respiración y sintiendo tu olor en las sábanas. Mientras dormía, tu mano se
ha juntado a la mía, y ha sido lo primero que he visto al abrir los ojos.
31 may 2014
Circuito cerrado
Hace una hora he intentado escribir. He apagado el
ordenador, he llenado una bolsa con cosas para tirar, he bajado y me he tomado
un café. y en ese café, cómo no, me han vuelto las ganas de llorar de cuando he
hablado contigo por teléfono. La palabra soledad me parece algo muy raro. La ausencia
de realidad no tiene porqué significar soledad, ni tener personas a tu
alrededor implica que estés rodead@.
Lo siento, sé que no te gusta que me ponga filosofa. Odio llorar,
odio ponerme a pensar en lo que no tengo, odio recordar la enorme lista de
errores que ya he hecho. Pero lo que más odio son esos momentos en los que veo
que será muy difícil avanzar. ¿Qué haría Hamilton, por ejemplo, si cuando entra
a cambiar neumáticos su equipo se están tomando unas cañas? Pues se hunde. Tendrá
un coche buenísimo y ser bueno en su campo, pero él solo no hace nada.
No sé ni porqué saco este deporte; tal vez para tomármelo
como algo ocioso, para restarle importancia.
30 may 2014
Hola chicos. Pasad por aquí
Desde antes de empezar, desde antes de estar decidida a
cambiar, me has apoyado moralmente. Pero hoy has estado a mi lado, has
escuchado lo mismo que yo y has visto, mejor dicho sentido, cuándo he apretado
tu mano, ilusionada por las novedades. Al salir, sentía que mis ojos se iban a
desbordar. Y sé que no hay nada seguro, pero cada milímetro que avanzo es una
gran victoria.
No miedos. No dependencia. No presiones. No responsabilidades
ajenas. Y, probablemente, no más bajadas de peso.
También me has ayudado a semi vaciar mi armario; menos
cosas. Sinceramente, mi habitación parece otra, sin abrir el armario. Más
orden, menos tonterías por medio. Y me ha hecho muchísima gracia cuando, tomando
ese café dulce, hemos estado hablado de nuestros objetivos a largo plazo.
Acompañarte a la parada de autobús, hablar, besarte hasta
matar. Comprar unos yogures para cenar, tras mirar mil precios, llegar a casa y
escribir aquí, en mi habitación, escuchando nuestra música. Ahora suena lo que
te diría cada día; quédate a dormir.
28 may 2014
No sabes lo que tienes hasta que lo pierdes
Les pasa a aquellos diabéticos no golosos o tantos
aventureros que no valoraban su ciudad natal. En el amor, no iba a ser menos,
nos acostumbramos a la otra persona, a ti, pero debemos saber controlar nuestro
síndrome de abstinencia. Saber respirar y sonreír, aun echando de menos.
Esta semana está siendo rara, ya sea por tu salud o mi
ausencia; no podemos hacer otra cosa. Nuestras vidas siguen y nos servimos de distracciones
y sucedáneo como sms o llamadas telefónicas. Me ha dado por abrazarte con toda
la ternura posible. Sé que cuando te abrazo no puede pasar nada; no hay frío,
no hay temblor, no hay miedo.
La distancia, física o temporal, sólo supone un obstáculo,
que, con AMOR, se convierte en una dificultad minúscula.
26 may 2014
Extraña cardiología
Cualquier especialista en la materia conoce todos los
secretos del músculo principal.
Pero ignoran la magia que puede albergar. Magia negra en
caso de depresiones; para eso existe la psiquiatría, o eso dicen.
Pero ¿quién se encarga de la magia bonita? Hay quien no cree
en los espectáculos de ilusionismo, igual que muchos niegan realidades como la
obesidad. Y, dado que TODO es amor, creo necesaria una especialidad en la
felicidad. Que hubiera unos índices para poder medir la felicidad, la euforia,
el frenesí. Algún método efectivo contra la soledad.
Ya sé que hay personas, como tú, que reventaríais los índices
de felicidad con sólo respirar. Sé que desaparecerían los empleos de psicología,
psiquiatría y… seguramente varios camellos. Pero también descendería el índice de
suicidios. ¿Hay algo más importante que salvar vidas? Sí, ya sé; la crisis, el
dinero que da la comercialización de pastillas (que, por mucho que digan, yo
pienso que crean tanta dependencia como cualquier porro)… bla bla bla…. Y BLA.
A mí no me sale otra casa que una carcajada tan grande como
las mentiras que nos intentan cola cada día. “El dinero lo mueve/puede todo”.
No hay dinero, lujos, caprichos, en el mundo que consigan la décima parte que
el amor que tú me das. Tú me acompañas al médico. Tú me ayudas a hacer la
compra. Tú me haces sonreír, y reír, como nadie. Tú te sentaste a mi lado, en
el coche de Mr Secretos, para que pudiese dormir unos minutos. Tú me preguntas
día a día qué tal duermo, qué tal como y qué tal TODO. Tú eres el que me besa
en cualquier parte; centro comercial, el ascensor de mi casa, bares, salas de
espera. Tú eres el que me da besos de café, chocolate, helado del sabor que
sea, flan; cualquier sabor sabe a vida si viene de tus labios.
Y todo eso no lo puede juzgar ni medir nadie.
No sé a ti, pero a mí me ha extrañado la transparencia con
la que en una ecografía se plasma el latido de un corazón. Parece casi
imposible. ¿Cómo es posible que no haya NADA que mida todo lo que sentimos?
22 may 2014
Ríete conmigo
¿Recuerdas el primer día que fui a casa? Yo sí; era domingo,
09/03, y vimos Posdata: te quiero y tomamos helado. Poco más.
Desde entonces, el 95% de los días, si no más, tu cama
refuerza mis horas de descanso habitual. Ese día estaba nerviosa por conocer a
tu familia; en cambio ahora sabes que me siento genial. No una más sino… la
pieza del puzzle que “faltaba”. Sí, faltaba en tu vida para completarla, pero también
en la de ellos para verte feliz, en la de Mr. Secretos porque todo llega, en la
Pulsera blanca porque necesitaba una chica en el grupo. Pero me estoy
desviando.
Mi alimentación es débil, pero en tu casa entienden esa
parte. La entienden y se preocupan por cada tontería que me toca. Igual que en
tu habitación ya están esas zapatillas de casa, varios números menos que las
tuyas.
Mis canciones románticas, tus vicios, mis ratos leyendo en
tu cuarto, el aroma único de tu casa o el ruido del calentador ya no son
novedades, sino detalles necesarios; oxígeno de mis sonrisas, sonrisas
convertidas en risas, risas que aliñan despertares de lágrimas, por ejemplo.
La frambuesa de mis labios se cambió por café frío tras
comer en tu casa. Y, cómo no, Bob Esponja, que fue importante desde esas
lágrimas provocadas por Posdata: te quiero y consoladas por kleenex con olor a
miel.
Los temblores por el frío, la timidez y la novedad se fueron,
dejando sitio a la risa que hoy ha llenado tu habitación. Risa al sentir tus
manos haciéndome cosquillas, risa cuando me sorprendes y me alzas del suelo,
risa cuando capto a la primera tu ironía radical.
Risa de seguridad, risa de que eres real, estás conmigo y no
te vas a ir.
18 may 2014
Pesadilla con final feliz
Hacía tres semanas que no comía en tu casa, con tu familia;
y, como he dicho, lo echaba de menos. Puede resultar triste que sólo allí me
sienta en casa. De hecho, lo he dicho todo.
Después, cómo no, tu cama me ha enredado en un sueño profundo
sobrepasando el tiempo habitual; sueño roto por una pesadilla que no me
esperaba. Tal vez la situación familiar, la cercanía de esa fecha, no lo sé. Solo
sé que he despertado llorando, y que tú, a pesar de también estar dormido, te
has preocupado, me has abrazado, me has besado. Has hecho todo y más hasta que
ha desaparecido el temblor nervioso de mi espalda.
Ha habido besos y risas, como siempre sucede en esas cuatro
paredes. Ha habido planes, a corto plazo y también preguntas personales, si es
que aun quedaban algunas sin contestar.
Y algo nuevo. Hoy he cenado en tu casa. Hablando con tu
madre de todo y nada, incluso quedando un día de esta semana para pasar un rato
juntas. Me encanta. Llevarme bien con ella, tener tantas cosas en común y ver
que se preocupa. De postre, me has acompañado hasta el coche y has saludado a
mi tío.
Posdata: Quiero más domingos como este.
17 may 2014
Mal día
Lo siento, mi amor. Más que nada porque antes, cuando hemos
hablado, te he hecho creer que estoy bien. Pero hoy mi preocupación va más allá
de no verte, no poder quedar hoy con mi Familia o la reacción de mi estómago.
Hay más tristeza, pena, lágrimas.
No te he dicho nada porque sé que mañana se solucionará. No te
he dicho que anoche me quedé llorando hasta varias horas de la madrugada, a
pesar de mandarte el sms de buenas noches, porque no quería preocuparte.
¿Y sabes? El cumpleaños de Sergio está cada vez más cerca;
el año pasado tenía buenas intenciones, aunque fallasen. Este año no tengo
ninguna intención. Estarás conmigo, por lo que no será un día horrible, pero,
por lo demás, no me hago cargo de las lágrimas que pueda verter.
¿Te resumo mi mal día?...
Me gustaría que el reloj de arena que te regalé fuera la vida real; tan fácil
como tumbarlo para que todo pare y respirar.
16 may 2014
Han pasado
tres noches desde que dormiste en casa. 72 horas, si no es menos.
Desde entonces,
reflexiono a menudo y en bastante profundidad sobre cuestiones “físicas”. La familiaridad
de tu olor, el juego de mis dedos entre tus rizos. Ya pesar de que haga
demasiados días que no voy a tu casa, a casa, en cuestión de horas allí estaré.
21 días es más que suficiente para echar de menos tus peluches, la colcha de tu
cama o el teclado de tu ordenador.
Sobra decir
que la magia del principio ha evolucionado. Sigue existiendo, por supuesto,
pero la confianza, es plena, como ya dije.
Soñar contigo
ya es una costumbre, pero lo mejor es que cuando despierto también estás. Eres real.
13 may 2014
Divergente
Me quedo con la segunda acepción
Que tiende a no coincidir con las ideas y tendencias
sociales, culturales o económicas de otro u otros.
Romanticismo y París. Hippie y drogas. Cristianismo y contra
el aborto. Cielo e infierno. Pobreza e infelicidad. Ahorro y avaricia. Deportista y culturista. Camarero
y gigoló. Enamorad@ y feliz (*).
Son algunos de los muchos términos que TODOS asociamos al
momento, sin poder evitarlo. Y es el resumen de un gran prejuicio. Lo peor es
que el 90% del mundo se niega a aceptar este error. Que seas italiano no
significa que comas pasta cada día, ni un francés tiene que ser romántico o un
español saber torear. Ejercer de bombero no elimina el miedo.
(*)
Hay personas que transforman la confianza en vulnerabilidad,
manipulan a la otra persona y le impiden cualquier tipo de queja o réplica. En otras
palabras, le roban el oxígeno. ¿Maltrato psicológico? Yo prefiero llamarlo
tortura emocional terminal.
Por suerte, existen personas con una seguridad personal
enorme que se niegan a que nadie decida por ellas. El miedo en lugar de
cerrarse sobre sus corazones, les hace despertar. Es entonces cuando se burlan
en la cara de todo lo demás. Puede que no sea fácil catalogarlas en “fuerza”, “rencor”,
“debilidad”, “masoquismo”, “conformismo”…
Sí, solo hay una vida, y todo el mundo espera que hagamos lo
que debemos. Pero solo nosotros tenemos el poder de equivocarnos o acertar.
Mi meta en al vida ha sido muy clara, siempre. Los medios o
motivos han podido variar, pero, cuando te vas de vacaciones, te dicen ¿A dónde
vas? o ¿Qué tal en ese sitio?; poco importa cuánto tardase el avión. Puede sonar
radical, pero yo me alegro de haber cometido todas y cada una de las locuras
que he vivido. De no haberlas cometido, seguramente ahora no sería tan feliz.
24 contigo
Es curioso. Ayer, a esta misma hora, entraba en el autobús,
muerta de miedo irracional; cierto temblor y malos pensamientos que se
disiparon con sentarme a tu lado. No fue la primera vez que me acompañabas
a algo relacionado con médicos, pero
esta ocasión era distinta. No debería haberme impactado tu predisposición a
pasarme el bolígrafo o sujetarme el papel que confirmaba mi prueba: siempre me
ayudas en esas cosas que parecen ahogarme. La hora; dejo mi ropa en una habitación
minúscula y me tumbo en ese infierno para mis oídos, mientras siento, casi al
tacto, la fuerza de mis latidos. Pensando en ti se hizo más corto, la verdad. Salgo
mareada, con ganas de abrazarte, besarte… tocarte, pero, si no recuerdo mal, no
hice nada de eso. Estaba aturdida. “Ha llamado tu tío; dice que ahora viene”. Me
sorprende cierta llamada, ya que no es necesario que tu mundo se preocupe de
mí, pero, qué más da, recuerda “Ni tu ni mi, nuestro”. Me das mi chaqueta y
salimos a la calle. Trayecto a mi casa.
Mimos a la pequeña, ganas de comer por mi parte y un dolor
de cabeza que, tal vez un gramo de ibuprofeno solucionaría, aunque no. Yo en mi
habitación y tú en el salón. Estás en el sofá, concentrado en tu pasatiempo,
mientras yo me encargo de la cena. “Listo”. E, igual que en Vitoria, nos
sentamos uno frente al otro. Como siempre, tu ritmo alimenticio deja al mío a kilómetros
luz; aun así mi estómago no acepta lo planeado, tú me ayudas.
Comienza la vida en el sofá. Mi cansancio no fue saciado por
la cena ni por tus besos ni por un par de páginas leídas. Bostezo, aunque no
tengo sueño, y mi cuerpo suplica relax, aunque antes que dormir quiere estar
cerca de ti. “¿Está cansada la nena?”, asiento. Al rato, nos vamos a la cama. Ya
acostumbrados a los 105 centímetros de tu cama, 135 significan un desierto
odioso de distancia; yo acorto 50 centímetros. Mi cansancio pronto me lleva a
un sueño tranquilo. Sin presiones, sin relojes. No sé a qué hora he tenido un
mal sueño, como tantas veces, pero no he querido despertarte; sabes que me
vuelves loca con esa dulzura que adaptas al dormir. De todas formas, he dormido
tres horas más de lo habitual, y el despertar contigo ha sido algo increíble. Y
natural.
Me he levantado y he hecho tareas básicas y luego, tras
meter mi vaso con leche de soja al micro-ondas, he regresado, para intentar
despertarte. Ha costado, pero has salido de la cama. Y los dos hemos tenido un
desayuno de niños, diferentes pero… creo que ya lo tenemos asumido; somos
diferentes, amarillos, “elegidos” emocionalmente. Tras desayunar, hemos
aparcado la dulzura. Me he sentido como en las películas, cuando él la besa a
ella, tumbada en la cama en diagonal, cuando los besos se trasforman en
mordiscos, cuando la pasión deja marcada la forma de su boca. Y después, aun
con el pijama, hemos ido al salón; aun sin abrir la puerta de la calle. (…)
Un café ha despejado mi aturdido pensamiento; lógico que
reaccione así tras tanto tiempo de sueño interrumpido. Y tras ese café, sólo
decir que necesito más días como éste. Que me encanta la seguridad con la que
cerré anoche la puerta con llave. Que me da igual que llueva, truene o haga
sol. Contigo todo lo demás sobra. Relojes, fechas, lugares, palabras, heridas,
traumas; nada existe.
10 may 2014
Sin fuerzas
Estiro mi cama como puedo, mientras una sonrisa escapa de
mis labios al recordar lo que he soñado hoy.
En mi habitación la cama está orientada hacia la puerta,
pero en el sueño no. Estaba en el centro, bajo la lámpara. Y al despertar, ahí estabas
tú, sentado a mi lado, sonriendo al verme abrir los ojos. “¿No has dormido en
el sofá?”, te preguntaba extrañada. “Sí, pero quería verte despertar”, fue tu
respuesta con esa delicadeza en la voz que tuviste ayer, cuando también me
quedé dormida en el sofá. “Ay, mi niño dulce. ¿Y ahora qué piensas hacer?
¿Rescatarme de entre las sábanas y llevarme en brazos a la cocina? Además, no
has preparado el desayuno, ¿verdad?”, ya me había incorporado de la cama e
intentaba arreglarme el pelo. “No me hace falta desayunar. Además, con verte
despertar, me vale”, y me fundes en un abrazo.
Demasiado edulcorado, lo sé. Yo me conformo con la idea de
que en cuestión de días pasaremos la noche juntos. No pasará nada, porque no
tiene porqué. Además estás avisado de todo; a veces lloro, a veces hablo con
Sergio y a veces también tengo pesadillas. Todo será tan fácil como recorrer el
pasillo, verte y dejar que todo se solucione. Pero lo mejor no será eso. Puede que
no salgamos hasta las tantas, pero, una vez cierre la puerta con llave, ya no
estaremos en casa, estaremos en ninguna parte, tú y yo. Entonces podrás
morderme la tripa, besarme con labios sedientos.
Las etapas difíciles, la debilidad, tal vez existan para que
gente como tú aparezcáis y os quedéis.
7 may 2014
Cóctel de emociones
La mezcla de diferentes licores es la fórmula exacta para
una gran resaca. Igual que un buen combinado de emociones consigue recorrer, plan
montaña rusa, estados anímicos contrapuestos.
Hace casi un año me pasó algo similar con Océano h. pero, lo
siento; esa consecución de temas musicales queda a años luz de lo que has
conseguido tú.
No hace falta conocerme mucho para saber que mi cuerpo
entero entra en tensión al saberse necesitado de cualquier personal sanitario. Y
tú siempre has estado ahí. Pero hoy no tiene comparación a ningún día. Mi primera
reacción ha sido risa. Risa transformada en pérdida del habla, temblor y
lágrimas; todo ello acompañado con un chorrito de sensibilidad virgen extra y
una cucharada sopera de amargura. Nombre de primer plato: Desesperación.
Me has acompañado a casa, has comprobado mi tensión arterial
y ritmo cardiaco: resultado lógico. He llorado, he dicho muchas cosas de las
que ni me acuerdo y seguramente me arrepiento. Pero has estado ahí; me has
abrazado, me has rozado, buscando tranquilizarme, aunque nada. Se ve que mi
piel se niega a hacer llegar cualquier intento de ánimo a mi yo emocional. Nombre
de segundo plato: Compañía.
Pero en todo menú, hay postre. un postre dulce, agradable,
que hace inolvidable ese menú. La risa sincera, el dolor abdominal y facial,
las lágrimas de felicidad y la recuperación del tacto son algunos de los
ingredientes. Todo lo demás eres tú. El que me roza cuando me siento sola. El
que insiste en que coma más. El que me acompaña al médico. El que me ayuda a
hacer la compra. El que es uno más en mi casa. El que me hace sonreír como
nadie. El que consigue llevarme al límite de la felicidad en cualquier situación
o lugar. Insisto, CUALQUIER situación. El que mañana arrasará.
Y sí, emociónate, deja que te brillen los ojos, sonríe.... no olvides que te quiero.
Y sí, emociónate, deja que te brillen los ojos, sonríe.... no olvides que te quiero.
3 may 2014
Dos
Dos personas. Dos corazones. Dos sonrisas diferentes pero
comunes. Dos casas.
Se ha convertido en algo habitual el ver cómo me ayudas a
preparar la comida o acompañarme a comprar el pan. Hoy, ya lo sabes, me ha
gustado ver que cortas el pan como cualquiera de mis familiares. También se ha
vuelto habitual la ironía, las cosas dichas del revés.
Pero, ¿sabes lo mejor? Ya no hay “mis” o “tus” amigos; ahora
es “estos”. Ya no hay “tu” ni “mi” casa. Y más de lo mismo con canciones o
expresiones habituales.
Me encanta ver que dos meses ha sido tiempo suficiente para
esta confianza, esta transparencia y, llámame egoísta pero lo más importante,
esta felicidad. Aunque ahora que lo pienso, esta emoción es mutua.
¿Qué puedo destacar de este tiempo? Que no habría imaginado
tener la comodidad que tengo con tu casa y tu familia; claro ejemplo, tu
hermano el otro día, cuando acababa de despertarme. Que me emociona cocinar o
ir a la compra junto a alguien. Que por fin estoy ocupándome de mi salud. Que
me arrepiento más que mucho de mis momentos de debilidad.
Que soy feliz, gracias a ti. Y sé que no debo ni puedo depender
de nadie; pero es que tampoco es así. No te necesito a ti; necesito las
bocanadas de aire que me dan tus latidos.
1 may 2014
No ha sido la primera comida familiar. Ni la primera
escapada de rutina con tus amigos. Ni la primera vez que me ves con ese jersey
de rayas.
Pero no importa nada de eso. Hoy podría escribir una entrada
bastante larga, profundizando en los cafés, las risas con mis tíos o los piques
con Hec, Mr Secretos, Leñador o Pulsera blanca. Pero esto es un blog EMOCIONAL,
no un inventario de momentos cualesquiera. Aclarado esto, hoy no ha sido un día
redondo; no implica que haya sido un mal día, sino ligeramente ovalado. Pero me
ha encantado porque en los cuatro momentos molestos que ha habido has estado
tú, ya fuera rozándome el hombro o acariciándome el pelo. Y además, lo ha dicho
Mr Secretos: soy una más. Siempre gusta que digan esas cosas.
29 abr 2014
Porcelana
Llegar a tu casa antes de lo esperado y verte en pijama. Leer
en tu habitación mientras tú atiendes a tus vicios. Y, como casi siempre,
dormir mientras estás a mi lado.
Hoy he sobrepasado mi tiempo habitual de sueño, pero no ha
sido la única rareza. Hoy, por desnutrición o simple cansancio, varias de tus
caricias no han aflorado cosquillas. Hoy, cuando nos íbamos, tu madre se ha
interesado por mi bienestar más que ningún otro día. Hoy, por culpa de cierto
despiste, se me ha olvidado el móvil en tu cuarto, he perdido el autobús y el
medio de trasporte que me ha llevado a casa ha sido el coche de tu padre.
Hoy me has dado amor, como todos los días. Pero en una dosis
muy pequeñita y muy delicada. Mi estado es fragilidad pura, pero no importa
porque sé que no me vas a dejar caer.
Debilidad
Tal vez por desnutrición. Tal vez por falta de sueño. Tal vez
deshidratación.
Tal vez causa del vómito continuo o causa de recorrer esos
pasillos, escuchar esas voces.
Debilidad abocada a estar en casa, “lucir” mi pijama y, para
variar, vomitar.
Todo eso, contigo. Tú fuiste quien sujetó mi cadera en cada
mareo, tú fuiste quien me esperó al otro lado de la sala de rayos, tú fuiste el
que te sentaste a mi lado en la sala de urgencias y tú fuiste quien insistió en
llamar a tu padre, si hacía falta, para que nos acercase a casa. Está claro que
tú y solo tú eres el que no me va a dejar sola, ni un minuto, frente a mi situación.
Ya sea por teléfono o por medio de mensajes escritos. “¿Has cenado?”o “En
cuanto cuelgue, ve a la cama e intenta descansar ¿ok?” son unas de las muchas
frases que son fáciles decir, pero nadie había dicho. Sabiendo que estás, ya no
tengo miedo de mi misma.
27 abr 2014
Domingo familiar
Sueño transformado en risas. Por todo lo demás, nada más que
normalidad.
“¿Qué quieres de comer? Vale, espera voy a ver si hay… Ahora
nos bajamos, compramos el pan y nos tomamos un café ¿ok?”
“Qué calor, ¿no? Ah. Sí. Ya sabes dónde está: en mi rincón del
sofá. ¿Te importa sacar dos platos llanos? Sí, mira: en la puerta de la
derecha. Eh, no me eches tanto. ¿Quieres algo de segundo?”
“CINE”. “¿Estás bien? Sí, sí. No te preocupes. Cambia terror
por asco. ¿Te has dormida? Que no, que estoy centrada, nada más.”
Curiosa la familiaridad que tienes con mi casa y el orden de
cada objeto. Curiosa la postura natural que tomamos en el sofá. Curiosa la
confianza de de mi perrita contigo, que, cómo no, has sido nuestro sofá. Curioso
que no sólo me acompañes a mí al médico, sino también a comprar medicamentos
para otra persona. Curioso que, siendo cafeinómana, haya pedido un helado
dulce.
Pero, ¿sabes por qué? Tú me haces dulce. Tú, con tu sobredosis de azúcar
en el té.
Has estado todo el día conmigo. Café, comida, película,
helado, otra película, parte de fútbol, niños y mimos. Mimos en mi cuarto,
sobre mi cama.
Pero lo mejor ha sido darme cuenta de que ya me conoces a un
nivel máximo. Sabes dónde las cosquillas se convierten en dolor. Sabes cuándo
mis silencios ocultan pensamientos. Sabes cuándo mi estómago se revuelve. Sabes
cuándo de mis ojos brotan emociones. Sabes cuándo miento y cuándo no. Sabes,
mejor que nadie, por qué mi ombligo es un punto especial, y también sabes hacer
magia. Sabes la historia que hay detrás de varias fechas, no todas, pero
suficientes. Sabes el valor que te doy.
24 abr 2014
Marcada
Mi espalda por tus mordiscos. Marcada mi boca por tus besos.
Marcado mi cuello. Marcada la piel de mi tripa por tus suaves caricias. Marcada
mi sonrisa, por el maquillaje automático del amor.
Ya no es sentir, sino comprobar que hemos pasado a una etapa
de confianza ilimitada y una restricción a la ironía. Pedir un beso surte su
efecto, igual que “Para” implica una pausa. Pero la velocidad de nuestros besos
ha crecido.
Nos comportamos como niños, sin miedo a comentarios, escondiéndonos
en el mejor de los refugios: Nuestro mundo; sólo tú y yo mandamos allí.
23 abr 2014
Reloj de arena tumbado
Hacía demasiado tiempo desde mi última escapada. Hacía
demasiado tiempo desde que no debo estar pendiente de la hora. Y hacía mucho
tiempo de compartir un probador.
Pero hoy por primera vez he sentido una comodidad plena, sin
rastro de nervio, conociendo a parte de tu mundo.
Ha habido besos, por supuesto. Y caricias. Y algún mareo. Y frases
de esas que salen sin querer, pero que parecen escogidas.
Mr. Secretos, entre otros, ha hecho que sea un día
inolvidable; por cierto, en el coche me he acordado de Zapatito, pues había una
pulsera blanca. Y también he visto a RL y Armadura oxidada. Pero me da todo
igual. Ya ayer me sorprendió la tranquilidad con al que afrontaba una novedad;
hoy no iba a ser menos.
Hacía años, tal vez demasiados, que no recorría ese centro
de juguetes; las risas han estado aseguradas.
Pero paso de enumerar. ¿Sabes con qué me quedo? Que me
encanta comer a tu lado. Me encanta que estés conmigo en situaciones que no querría
experimentar. Me encanta ser una más en tu mundo. Me encanta que mantengas tu
mano junto a la mía, porque sí. Me encanta que “llueva”. Y me encanta que estés
cerca de mí.
Porque así me es más fácil respirar, sonreír. Gracias a tu hombro
he conseguido dormir un ratito, una vez más. Gracias a tu mirada existe ese
brillo en la mía.
Qué raro: hoy llueve. Y mañana seguramente también. ¿Qué
mejor plan que estar en casa? Allí tenemos nuestro mundo secreto. Es curioso;
todos nos imaginamos un paraíso enorme, en cuanto a extensión, y el mío es bastante
reducido. Estaría bien contar con una orden de acercamiento…. No me importaría estar
pegada a ti.
20 abr 2014
Un día especial
Te has ido hace tres minutos y ya te echo de menos.
Mi intención siempre es dejar un día, como mínimo, entre
nuevas entradas. Pero me encanta romper reglas, ya sabes. Cuando no puedo
llorar, lo hago. Cuando tengo que ser fuerte, mi cuerpo se debilita. Y cuando
tú me prohíbes darte las gracias, te las doy.
Por venirte hoy a casa, para que no estuviese sola. Me has
ayudado con mis tareas de cada día. Has acompañado mi cena. Me has hecho reír. Me
has abrazado. Me has besado. Me has consolado cuando me ha entrado un poquito de
ansiedad.
Pero hay mucho más. Hoy has dormido unos minutos sobre mi
cama; cierto rato tu sueño ha sido profundo porque no contestabas a mis
susurros. ¿Sabes?, cuando duermes… resultas aun más dulce. Como ya he dicho, me
has ayudado; no sólo a mí, también has jugado con mi mascota. Igual que hemos
acortado la distancia entre nosotros, sentados en el sofá.
Sé que me olvido del 90% de todo lo que hemos vivido esta
tarde, pero sin duda, ha habido lago destacable. Cualquiera que me conozca,
sabe que últimamente era lo más “urgente”, de ahí mi risotada y mi alegría
cuando la báscula ha marcado kilo y medio más. Es poco, sigo estando por
debajo, pero es un progreso.
Dicen que las
endorfinas engordan.
19 abr 2014
Lluvia
ANTES DE NADA, diré que pretendo seguir un orden cronológico,
nada de valores.
Hoy me tocaba a mí comer en tu casa, así que, en cuanto he
podido, he cogido el autobús que me acerca a ti. Esta vez he prestado atención,
para aprenderme el pequeño recorrido de la parada a tu casa; cómo no, hay un
parque. Tenías cara de sueño cuando tu saludo ha sido un beso. Hacía calor. Hemos
estado en tu habitación, haciendo todo y nada (estando juntos). De todo, me he
quedado con una novedad muy íntima, a mi manera. Hablo de intimidad por la
misma teoría de Albert Espinosa: El ombligo es el centro de todo. Y puede que
no sea justo por eso, pero cualquiera que me conozca sabe que muy pocas
personas han visto/tocado mi abdomen. Llega la hora de comer. Entonces me ha
llamado la atención que “mis” zapatillas ya estaban en tu habitación. Y, aunque
no haya sido la primera vez que como en tu casa, sí que ha sido la primera que
estaban todos. Me ha gustado la naturalidad, las risas, los piques; me he
sentido una más. Hoy hasta tu madre se ha alegrado, he comido bien, y eso que se
me ha olvidado tomar el remedio al vómito; buena señal que todo siga igual.
Cómo no, has querido abandonarme un rato, para tus vicios, pero yo lo he
agradecido; he tenido tiempo para tomar café natural, frío, junto a tus padres.
Como en todo café, hemos hablado; de cafés, de mí, de ti, de nosotros.
Toc toc. Entro a tu habitación en busca de verte. Otra vez
esa cama ha tenido función de sofá para ver películas, para soñar despiertos.
Hemos visto la película que pretendía ver con Furby, no sé si se acordará. Me ha
gustado. Pienso que tú y yo tenemos una parte de Walter Mitty; no siempre somos
realistas. Igual que no siempre es malo soñar con una realidad más bonita. Y ha
sido durante la película cuando me he dado cuenta de que las cosas han cambiado
y que no quiero que vuelvan a cambiar; si acaso, que sigan evolucionando. Ya dije
que no quiero conocer a nadie más y que tu imperfección es perfecta para mí.
Nuestras
piezas de puzle encajan tan bien como el zapato de cristal en el pie de
Cenicienta. Puede que hayamos visto la película, pero nuestras manos no se han
separado ni un instante. Y, lo sabes, no han faltado besos improvisados. Así que,
tras el film, se me ha ocurrido retomar una cuenta pendiente que tengo desde
hace varios años. J. conoce esa faceta mía: no todo son caricias. No ha sido la
primera vez, así que he dejado mi camiseta de deporte apartada y me he tumbado
sobre tu cama. Ha sido entonces cuando las caricias diarias en los hombros y
manos se han traspasado a toda mi espalda. Y hoy, inexplicablemente, he sentido
lo que nunca. Dejando a un lado que hoy no he dormido sobre tu cama, el
recorrido de tus manos y tus besos por mis vértebras y hombros ha colapsado mi respiración
y el ritmo de mis latidos. He guardado silencio, principalmente porque no conseguía
articular palabra alguna. Rato después, te he pedido tiempo para recuperar mi respiración
habitual, por lo menos. Para ello, como ayuda, he necesitado escuchar Claro de
luna; el efecto ha sido bastante rápido, lógico. Entonces me ha llamado Océano.
¿Sensación? Mm… inexplicable. Hace no tanto, era él quien conseguía calmarme;
ahora no hace falta, porque estás tú. Aun así, sigue siendo él, una pieza súper
importante. Su voz consigue un efecto de alegría particular, pero lo máximo ha
sido cuando me ha preguntado sobre nuestra relación. Nos hemos despedido como
el primer día que me abrazó: con ese “cuídate”.
Ha habido sonrisas, pero también risas. Ha habido sueños,
pero ya no miedos; los pocos que había se esfumaron. No sé cuándo, pero me da
igual. Es curioso cómo cambian las cosas. Desde que puedo recordar hasta hace cuestión
de días, he tenido todo tipo de miedos; al pasado, al presente y al futuro. Ahora
no; tengo miedos, por supuesto, pero ya no guardan relación con la vida. Temer la
oscuridad o las tormentas son ajenas completamente. Podría darte las gracias
por haberme quitado ese miedo, pero sé que no las aceptarías, simplemente me besarías.
Y me dirías “No me seas”.
Aun así, hay más cambios. La sensibilidad de mi piel, ese
cosquilleo, no era nada nuevo, pero sí que ha cambiado. Se hace más soportable.
Tu piel se va convirtiendo en parte de mí, igual que tu olor, ese olor tan
suave, ya se va impregnando en mi cuerpo. Y vas sabiendo cómo adentrarte en el
terreno de mi piel, sin hacer que me sobresalte. Es bonito. Igual que es bonito
que me eleves de la cama sobre tus brazos. Igual que cuando te colocas de
manera que me recueste cómoda sobre ti.
En cuanto a canciones, Quédate a dormir, Carolina, Una foto
en blanco y negro, Terriblemente cruel y Quiero un camino (esta última la he
escuchado nada más llegar a casa) han sido precisas. Ojalá me quedase a dormir,
en tu cama (aun siendo mucho para ti), tuviésemos una foto juntos (de esas románticas
en tonos grises) y corriésemos ese camino, aun a riesgo de crueldad.
Ojalá. Porque esas canciones, aun no siendo empalagosas, son
sinceras. Igual de sincero ha sido el SMS que te he mandado al llegar a mi casa.
“Parece que llueve”
18 abr 2014
Uno más
Un helado más. Un bar más. Y uno más en casa para cenar.
Ayer fue, como todos, un día más a tu lado. Sencillo o no,
con novedades o sin ellas, no importa. Al final, fue como todos: uno de
nosotros abre un poquito más su mundo. Ya sabes que la pequeña es un saco de
mimos últimamente, y contigo no iba a ser diferente. Me encantan los abrazos
porque sí y la forma de llamar tu atención. Porque me recuerda a mí.
Y me da exactamente
igual que tu mezcles sabores de helados y yo no. Me da igual que vayas pronto a
tu casa. Porque hagas lo que hagas y estés donde estés, cada día estamos más
cerca aun.
15 abr 2014
Grandes realidades
La mayor parte de lo que nos rodea pasa totalmente desapercibido;
como por ejemplo, esa emoción que nos (me) embarga durante una décima de
segundo, al oler un café natural.
He elegido este título porque, viniendo a casa, he decidido
que es el que mejor abarca lo que tengo que contar hoy. Cuando hemos entrado a
ese bar, te has acercado a la barra y yo esperaba sentada a unos tres o cuatro metros
de ti; he vivido segundos de confusión y rabia, por los mareos que me siguen
asaltando en los momentos más inesperados, pero todo ha cambiado acunado he
alzado la vista y te he visto a ti, haciéndote un hueco en la barra. ¿Cómo no nos
dimos cuenta antes? ¿Por qué encajas tan bien con mi pieza del puzle? En esos
momentos mi corazón latía agitado por tenerte cerca pero lloraba por tenerte
cerca. Sé que es absurdo hablar de cercanía entre nosotros; estamos tan cerca
que aun no entiendo cómo no nos duele respirar tanto aire. En Sobrenatural,
Karol decía “Entonces su respiración valía por dos”, pero no hablaba de latidos
ni cuestiones de alimentación.
Será mañana la segunda vez que me acompañes al médico. Según
dices, vas a insistir en que no estoy bien. Es lógico; tú no tienes porqué
ocuparte de todo aquello que un profesional sanitario deje sin hacer. Y puede
que no te cueste, porque los cuidados prestados a un trocito tuyo no es otra
cosa que autoprotección, pero no deja de ser injusto.
No niego que yo haría lo mismo. Puede que mi capacidad para
dar amor no sea tan grande. Perdón, cambia “dar amor” por cuidar físicamente.”Si
tú te cortas yo sangro”. Menuda frase más “impersonal”… pero explica lo que quiero decirte. Aunque yo
requiera mucha más atención, física, que tú, ¿sabes el “orgullo” que siento al
poder ofrecerte un sobre de ibuprofeno cuando estás mal? ¿Sabes a qué nivel me
taladran tus lágrimas? Sí, me taladran, pero me hacen ver que también sé
desvanecer tus pensamientos grises.
Me gusta ayudarte, me gusta que confíes en mí, me gusta
verte reír y también me gusta que te cueste tanto irte de mi lado. Porque veo
que no eres un capricho, sino una necesidad. Y mi mayor realidad.
12 abr 2014
Una tormenta
Los miedos, más bien los temores, son una de esas ideas
innecesarias que suceden tan a menudo.
Llevaba demasiado tiempo pre-ocupándome, intentando
planificar, el día de hoy. Principalmente porque quería que te sintieses a
gusto.
Total, para qué. Para escuchar las vocecillas ilusionadas de
los más pequeños, que insistían en venir conmigo para conocerte. “Tranquilos,
que come aquí en casa; luego le veis”. Para finiquitar el asunto de caerles
bien, tú has sido quien portaba la bolsa de chucherías. Pero aun hay más: Nos
hemos tirado al suelo a jugar con ellos. Puede que a ti te hayan ilusionado más
los juguetes del niño, es normal, pero también mirabas, curioso, los de la
pequeña. Me ha hecho muchísima gracia la naturalidad con la que los pequeños
llamaban tu atención, pronunciando tu nombre como si te conociesen de siempre.
Más tarde, comienzan a llegar adultos y mis manos tiemblan. Pero
pronto nos sentamos a la mesa, tú en la silla de la derecha, y todo pasa a ser
normal. Una vez más, compartiendo comida contigo, pero, por primera vez, con
más personas en la misma mesa. No ha habido preguntas curiosas, ni cuchicheos;
sólo conversaciones sobre los pequeños o deportes: Algo simple y familiar, que,
por supuesto, me ha encantado. Has sido uno más: ¿Me pasas este plato/la jarra
de agua? Cómo no, has reído. Ya sabes que me encanta esa expresión porque da fe
de que, además de estar cómodo, estás feliz. El postre ha sido estupendo, igual
que las velas, la copita de cava o los cafés.
Pero sobre todo el café. ¿Por qué? Porque no sólo implica bebérselo.
“El café” es la parte de una comida formal que más dura. Más risas, más
recuerdos, más charlas…. Más confianza. Ha sido en esa parte cuando he visto
que nosotros vamos bien, más que bien. He visto trasparencia, palabras
sinceras. He sentido tu mano buscando la mía, pero también se ha acortado la distancia
que había entre nuestros asientos. Algo tan sencillo como acercarnos, sentir tu
olor muy cerca, sentir también tu calor, por supuesto.
Las horas han volado, como de costumbre en estos encuentros,
pero no olvidemos sumar el STOP en nuestros relojes. No sé si, antes de salir
de tu casa, dejaste el reloj de arena tumbado, pero ha ocurrido. He visto que
todo ha ido bien, muy bien. Mucho mejor de lo que imaginaba, mucho más natural.
Y, para rematar, hemos ido a Mucho más que un bar de copas. Tras
tantas horas tan cerca de mí y sin poder perder cierta cordura, tus caricias,
sobre todo tus dedos jugueteando con mis vertebras superiores, me han obligado
a suspirar bajando los párpados. Has venido a casa, una vez más, y has cogido
tu cazadora, la misma que me dejaste en la tormenta
Y, hablando de tormenta, ¿sabes lo que pienso? Tranquilo, no
voy a hablarte de miedos ni catástrofes. Pienso que esto que tenemos, que
compartimos, es un temporal de estos que hacen historia. Puede que sea demasiada
lluvia, tanta que nos ahoga, y es normal que pasemos cierto miedo. Pero este
amor es tan fuerte, tan tremendo, que es absurdo preocuparnos por los
desperfectos que pueda ocasionar. Una tormenta conlleva lluvia, agua, vida. Energía
necesaria para crear a esta última.
Resumiendo, siento que mi vida por fin sabe hacia dónde
tirar. Mis sonrisas están más presentes porque hay más oxigeno que las hace
posibles y mis sueños, aun sin alejarse mucho de la realidad, están más cerca; perdón,
están aquí, están sucediendo. Mi vida está avanzando y tú sigues ayudándome a sonreír.
10 abr 2014
Helados
Soy imbécil por obcecarme tanto con el cuaderno/caja de
recuerdos.
¿Hay algo más típico romántico que tomar helado en plena
calle? Sí. ¿Hay algo más típico romántico que besarse bajo la lluvia? Sí. ¿Hay
algo más típico romántico que curiosear una juguetería entera con la misma ilusión
que dos niños pequeños? Sí. ¿Hay algo más romántico que una pareja besándose sobre
un coche aparcado frente a la Torre Effeil? Sí. ¿Hay algo más típico romántico
que un chico prestando a “su niña” su cazadora? Sí.
Muchos se preguntarán porqué tengo esa seguridad; bien, es
porque te conozco a ti. Porque veo que el romanticismo no consiste en combinar
tópicos de películas. Porque tú me das puro amor a cada segundo que pasa. Tu voz
casi dormida al otro lado del teléfono, tus sonrisas, tu ilusión, esas frases
bonitas que te salen sin querer, tu calor, tu cercanía. La pregunta es: ¿Cómo
consigues causar un efecto tan loco (no me sale otra palabra) en mí, sin hacer
nada? No tengo ni idea; ni yo, ni tu madre, ni tus amigos,…. Ni siquiera tú, ya
que eres el primero en no valorarte como deberías. Pero todo cambiará, como tú
dices.
Ha sido extraño hoy. No sabía que tuviese tanto miedo a los
truenos; pero ahí has estado tú para abrazarme y para ofrecerme tu mano, para
darme la seguridad que no tengo. Me ha encantado verte tan ilusionado entre
juguetes, mientras hablábamos de “esos pequeños” que conocerás en cuestión de días;
te lo pasarás genial con ellos, y ellos contigo. Ya imagino a mi pequeña
princesita: “Tu amigo especial también es mi amigo, porque juega conmigo. También
con el tato. No te enfades con él, ¿vale?”. Sé que parece muy planificado, pero
me apuesto lo que quieras a que será así. Ayer estaba nerviosísima al pensar en
esa “presentación”, pero hoy espero ansiosa.
Piezas importantes de mi mundo por fin van encajando al máximo.;
y no sólo eso. También pasan a ser parte del tuyo. Ya lo escribí en un título:
Ni tu ni mi, sino NUESTRO
9 abr 2014
Déjate
Solemos empatar. Cuesta un tiempo que yo conozca a ciertas
personas, pero también al revés.
Cuatro años para abrir los ojos. Siete días para pisar tu
casa y conocer a tu familia. Cinco semanas para abrirte un hueco en casa.
Equilibremos comida familiar con cappuccino en la cocina y
un par de cenas con partidas relacionadas con caramelos.
Hoy he conocido los nervios, no confundir con miedo. Pero me
lo has hecho fácil. Como siempre, has templado mis nervios. Ya no es gracias al
sofá ni a cualquier interacción psicológica. Eres tú, porque, aunque a veces no
consigas hablar, aunque a veces te emociones o sientas rabia, es bonito sentir;
pero más bonito es ver que expresas lo que ronda por tu corazón. Momentos confusos
a veces, pero y qué; la vida no suele ser clara. Para esos momentos de
incertidumbre estoy yo a tu lado. Intentare sacar de tu cabeza cualquier preocupación
y haré que veas luz donde ves oscuridad. Recuerda que eres Linterna, mi luz en
la oscuridad.
Pero también me escribiste que yo soy tu luz.
Déjate alumbrar. Déjate oxigenar. Déjate sonreír.
Déjate no dejarte.
7 abr 2014
Dulce
Tras despertarme por culpa de una llamada entrante,
estaba tu respiración tras mi espalda y, al abrir los ojos, qué he visto: tus
zapatillas y las mías.
Me he levantado, aun no queriendo alejarme de ti. Y,
tras la llamada, he regresado a tu cama. He insistido en dormir; esta vez
frente a frente, respiraciones encontradas a un par de centímetros. No sé
cuánto he dormido ni si me has acariciado, besado o soñado. Y no me importa. Sé
que entre estas cuatro paredes no hay presiones ni obligaciones que seguir. Por
eso me gusta tanto. Es triste pensar que estoy más cómoda en cualquier sitio
que no es mi habitación, pero por lo menos existe ESE SITIO. Siempre puedo
marearme al levantarme bruscamente, pero ahí estás tú para evitar que caiga,
igual que para “incitarme” a comer un poquito más.
5 abr 2014
En los momentos de desesperación y soledad es cuando más
noto que no estás.
Sé que tengo tu pulsera y que nuestros corazones laten al
mismo ritmo, pero son momentos de debilidad. Sé que me dirías “Llámame”, pero
quiero que lo pases bien, por los dos.
Sé que debo cuidar mi alimentación, por mi bien. Pero cada
vez que mi estómago rechaza alimento, me acuerdo de ti, de tu preocupación; y
se vuelve aun peor. Pero sabes que hago todo lo que puedo para solucionar esto.
Aun así, hay personas de “mi entorno” que parecen disfrutar cargándome
con más presiones, sobre todo presiones en las que no tengo nada que ver. Pero,
¿sabes? Cada vez que siento principio de ansiedad, miro mi muñeca: la misma que
aun tiene pequeñas marcas, la misma que tú rozaste al ponerme la pulsera; y
entonces todo vale, todas las preocupaciones desaparecen y mis labios dibujan
esa sonrisa que ahora tú oxigenas.
El tiempo
Ya sabíamos que el tiempo se detenía con muy poquito. Por eso
mismo, sabíamos que los relojes dejarían de funcionar, igual que las hojas del
calendario no pasarían al mismo ritmo.
No pensé que el reloj de arena pegase tanto con tu habitación,
ahí con otros recuerdos navideños. Creo que mis palabras escritas surtieron el
efecto esperado. Al igual, la pulsera me está ayudando a mantener en pie esa
sonrisa que sólo tú consigues.
Para rematar, cierro los ojos y recuerdo la suavidad de tus
manos correteando por mi espalda, atravesando las costuras de mi sujetador, y
tus labios besando con delicadeza mi rostro dormido. Hay detalles que no hace
falta sentir, para reconocer.
3 abr 2014
Calor
Cuando estoy a tu lado, un calor emocional que hace que se
desvanezca la sensación de soledad.
Cuando me tomo un café recién hecho y éste pasa por mi
garganta.
Pero también es calor un masaje realizado con semillas, aun
no estando tú. Porque, aunque cueste mucho, cada vez que las semillas
precalentadas rozaban mis vértebras, mi clavícula y la curva de mis hombros
cerraba los ojos con fuerza tratando de recordar tu piel, para pensar que
estabas ahí, sobre mi espalda.la menta y los cítricos me parecían fuera de
lugar; me habría gustado sentir tu olor. Así, seguro, me habría quedado
dormida, una vez más.
Olvidando el masaje, quiero tenerte cerca, te necesito
cerca; no es plan obsesión de, si no es así no poder respirar, pero contigo es
todo mucho más fácil. ¿De qué nos vale nacer si no vivimos al máximo? ¿Para qué
decir te quiero cuando la realidad es te necesito para reventar los índices de
felicidad?
Justo por eso titulo esta entrada con Calor. Porque dicen
que el calor es necesario para vivir, en cierta dosis. Y es cierto. Nuestros cuerpos
requieren una temperatura media para hablar de salud. Sí, hablo de algo
interior, como el latido desenfrenado de un corazón loco de amor, a menudo también
necesario. Una persona que no ame NADA
está buscando su propia muerte; no quiero decir que quiera morir. Sólo que
probablemente, lo haga. La vida no es sólo salud física y mental. También son
ganas. ¿De dónde salen las ganas? De un sueño, de una alegría o de uno mismo;
de QUERER algo, AMAR algo. Amor=calor; calor=latidos; latidos=vida; vida=X…
1 abr 2014
Ni tu ni mi, NUESTRO
Tus vicios. Tus juegos, tu café con dos de azúcar, tus
coches, tus peluches.
Mis vicios. Mis libros, mi parte deportiva, mi romanticismo,
mis textos.
Como ves, estamos empatados. 4 – 4. Y, poco a poco, tus
rarezas ya no son rarezas, ni las mías. Saber que juegas es saber que respiras,
conocer tu necesidad de doble dosis de azúcar es igual que saber tu nombre y
las carreras son tus ratos obligatorios. Cada personaje de mis historias son
sueños por cumplir, o no, mi barra libre de endorfinas se asemeja a un desayuno
de hotel, la dulzura es necesaria en cualquier cuento y cada entrada es una emoción.
Nos entendemos en todo, nos gusta todo del otro y nos
resbala TODO lo que piense quienquiera que no seamos TÚ y YO. Podría decir que
sufrimos cierta bipolaridad; podemos planificar fines de semana o tardes y
olvidarnos, a la vez, de la hora qué es, el día y todo.
Como todos, hasta hace muy poco, no soportábamos la
distancia física, el no saber del otro y nos importaba DEMASIADO el que dirán. Ahora
ya no. Nos da igual comunicarnos cada seis horas, de media; y no creo que sólo
hable por mí, me gusta no perder la cordura, me gusta dormir bien y soñar
contigo, me gusta presentarte a mis amigos y que confíen en ti y en que me
cuidas. Porque es lo que haces cada día, con cada SMS, cada llamada, cada
caricia, cada sonrisa.
Hemos ido ya varias veces de compras, me has acompañado a mi
mundo de los libros y tú no te has quejado. Porque ya no es MI mundo, sino
nuestro. Ver la puerta de GAMES ya no me pone de los nervios, ni entrar en tu habitación
u oír “café” y que resulte ser Cappuccino.
Hoy has conocido a Infancia y hemos charlado los tres. Como
de toda la vida. De nuestros momentos actuales y de nuestros recuerdos. Ha sido
bonito; él conoce mi gran cambio y me ayudó mucho en su momento. Nunca se lo he
dicho, pero si lo escribiré aquí. Me encanta estar con él; recuerdo los
detalles: los cumpleaños, las tardes en mi casa, los regalitos, las tardes en
cualquier parque. Y cuando veo sus ojos, recuerdo todo eso. El apoyo que me dio
y me ha dado siempre. Y para rematar, ese café en “El bar del sofá”. Hemos
dejado pendiente otro café, sin fecha, y me alegra saberlo.
Pero es mucho más; No es ver a Infancia, no es que tú me
llamas Luz, no es que mañana me acompañes al médico, no es que me hayas llevado
a mi rinconcito de Roma… ERES TÚ y con eso me vale. Claro que hemos esperado
mucho tiempo, claro que hemos sufrido, claro que hemos tenido miedo, pero AHORA
estamos juntos y todo lo demás carece de importancia.
No tienen sentido “Quédate” o “No te vayas”, porque esto sí que sé que es
mutuo; nos queremos cerca, nuestros mundos tienen más color, nos ayudamos a sonreír.
Sé que lo dije con Sergio, hace mucho, pero ahora tú eres parte de ese oxigeno
de mis sonrisas. (Qué nivel, dirás. Y con razón, te he comparado con mi
angelito, valóralo)
30 mar 2014
Poco que decir
No podrás decir que no disfruto con la comida, la música, tu
risa, tu mirada al otro lado de la mesa.
Igual que no puedes decir que no me quieres. Por mucho que
te empeñes en chincharme, ya sé tu truco. Dices justo lo opuesto a lo que
piensas. Aun así, te amoldas a mí; me has escrito. Por supuesto, esa cartita ya
está guardada.
Volviendo a “Italia”, tú has visto mi temblor, mi
entusiasmo, mi emoción, mi ojillos brillantes… por qué brillaban: el piano, el
placer de degustar esos platos y, más importante que todo eso, porque estaba
contigo. Contigo he compartido cenas y desayunos, pero nos quedaba la comida;
objetivo conseguido. Igual que hemos conseguido tantas cosas.
Ya en casa, en tu cuarto, ha sido como siempre, incluso
mejor. Me volví a emocionar al leerte y me volví a quedar dormida a tu lado,
aunque me negase por hoy. Hoy mi sueño ha durado más tiempo, hoy me has dado
besos llenos de ternura y hoy hemos sobrepasado cualquier medida de felicidad,
comodidad, complicidad…
Pero, ¿sabes con lo que más me quedo de hoy? Parte de tu
carta; me has llamado Luz. Tú, el que apareciste en medio de mi oscuridad; sé
que tu situación era similar a la mía, pero me parece tan… idéntico, que no sé
qué hacer, qué decir.
29 mar 2014
Verte dormir, tan confiado en mí y en mis manos, tan preso
de mi aroma dulce y delicado, tan frágil; como yo. Fue inolvidable.
Tanto ayer como hoy, he sentido que estoy correspondiendo a
tu atención, y no significa que me esfuerce, simplemente me gusta. Me sabe bien
saber que yo también hago magia con sólo rozarte.
Pero lo mejor no es eso. Lo mejor es saber que, a pesar de
haber tenido un año complicado, lo voy a terminar con una sonrisa de película. Sí,
sé que es una expresión exagerada, pero es así. Lo siento, Albert, ya encontré
mi brújula; y mi sonrisa, que es lo que más importaba, ¿no?
Me paro a pensar en todas las personas que han intervenido
en mi historial vital este año y me siento… no mal, ni bien, sino confusa. Agradezco
que tratasen de ayudarme a sonreír, pero no les salió bien. Y tú, tal vez por
conocerme de tiempo atrás, tal vez por el destino, tal vez mi situación o quién
sabe si sólo por escucharme, conseguiste abrirte un hueco y orientarme un
poquito hacia mi sonrisa. Quién sabe si ese apagón ya fue una señal para saber
que me darías luz. Quién sabe si mi oscurofobia estaba ahí desde siempre para
valorar la luz que dan personas como tú; perdón, tú y nadie más. ¿De qué valen
mecheros encendidos, si al final se acaba el gas? ¿De qué sirve la luna llena,
si a veces las nubes ocultan su luz? Eso ha sido un golpe bajo hacia J., lo
siento. No olvido que estuvo ese martes conmigo ni que me prometió un café ni
ese otro martes. Pero a veces la luna no es suficiente; ni el deporte, los
libros, el Océano ó la música. Lo siento, de verdad. Hay personas que, sin
hacer nada, lo hacen todo – Madre mía. No soporto las expresiones tan clásicas
- . Y, sinceramente, no sabría decir cómo lo has hecho. ¿Por qué has podido más
que los ansiolíticos? ¿Por qué sonrío con tanta fuerza? ¿Por qué he tardado
tanto en saber que tú… eras tú? Infancia ya me lo dijo; “Amor basado en amistad
es lo mejor”, cierto, pero da rabia haber tardado tanto. Mi Familia ha estado ahí,
como siempre, en cada una de mis caídas – Siento haber mencionado antes a Océano
y El guitarrista por supuesto no son los únicos - , preocupándose, entre mil
cosas, de mi alimentación, mi autoestima frente a mi reflejo y, cómo no, alegrándose
con mis alegrías incluso al otro lado del teléfono. Tato, casi durmiéndose de
pie por no dejarme sola entre lágrimas; Criso, preocupándose por mi alimentación
desde el otro lado del charco.
Pero eres tú. El hilo conductor de mis blogs, el que cambia
mis lágrimas por sonrisas, el que me abraza con fuerza cuando tiemblo, el que
me espera. El que, poco a poco, se esfuerza en hacer realidad esos sueños tan
edulcorados que he tenido siempre. Y tú, mientras, insistes en sumergir
chocolate blanco en un café.
26 mar 2014
Risas
En “En casa” creí que nunca podría reírme tanto fuera de
esas cuatro paredes, pero me equivocaba. Hoy, antes de quedar contigo, que
sería una tarde tranquila, de mimos tímidos, pero también me equivocaba.
Antes de nada, decir que ya no puedo confiar más en ti; no
por nada malo, sino porque ya no hay nada en lo que no confíe en ti. Siempre me
has escuchado, siempre me has ayudado, siempre te has preocupado por mí,
siempre me has sujetado cuando me he mareado, siempre te han disgustado mis
penas…aunque siempre has luchado contra ellas y siempre has conseguido que
sonría.
Hoy me has llevado a un café para mí desconocido. Me ha
recordado a dos bares concretos, pero éste es más espacioso. Mirando la carta
de cafés, me he decidido por un solo, cómo no. Lo raro es que me has copiado la
idea. Es la primera vez que tomas café tan puro conmigo; y, de alguna manera,
veo que te acercas más a mí, a mi forma de ser y mis necesidades. Digo necesidades
porque, a pesar de haber vertido algunas lágrimas, también he reído como no creía
posible. Hemos visto a RL.
Y ya no es cuestión de que “parezca que va a llover”; ha
llovido y hemos hecho ese clásico beso bajo la lluvia. Bueno, resguardados en
un portal, y también a las puertas de mi rinconcito italiano. Sólo quedan cinco
días, lo sé. Pero la ilusión de describir los platos e imaginar sus sabores ya
hacen que me vuelva loca. Mis mareos han jugado a amargarnos ciertos minutos,
pero no comprenden que “amargura” entre nosotros es imposible.
Y, para terminar, hemos vuelto a El bar donde me quedé
dormida. Hemos ocupado la misma mesa que esa vez y nos hemos sentado cerca, muy
cerca, a esperar a que pasase el tiempo para pararlo en nuestras manos. La timidez
ya lo tiene complicado para abrirse un hueco en nuestros momentos. Hacía años
que no reía con tanta facilidad, en ese sinsentido. Pero no importaban las
miradas de extrañeza que nos pudieran dirigir. No hará falta NADA para que tú y
yo sonriamos, ni siquiera que estemos cerca; ya no hablemos de silencios o
espacios semi cerrados. Me da exactamente igual que la gente hable, piense o
cuchichee. Quiero estar contigo, quiero rozarte hasta memorizar tus manos,
besar tu boca hasta prohibir la sensación de sed, quiero sentir tu olor tantas
veces que no consiga olvidarlo ni un minuto.
Y, cómo no, dándome calor. Luchas por calmar mis tiritonas
cruzando el umbral de la supervivencia. Es muy de película, pero hoy era DE
LOCOS cederme tu cazadora. Abrazarme como nadie lo ha hecho para intentar
templar mi cuerpo. Y apoyando mis ilusiones, soñando con ellas como si fueran
nuestras.
24 mar 2014
En casa
Sigo pensando que todos llevamos un pequeño masoquista. En este
caso, a veces es necesario un espacio de tiempo para disfrutar con más ganas de
la cercanía, las caricias, el cosquilleo, los olores, los besos, las risas, el
estado de embriaguez por el amor, café con demasiado azúcar y cinco minutos de
sueño profundo.
Pero, a decir verdad, es mucho más que eso. Es la primera
vez que me he reído tanto, igual que la primera vez que tu hermano abre la
puerta mientras estamos recostados en tu cama. Hoy me he olvidado totalmente de
tus peluches… total, te tenía a ti. Has vuelto locos mis puntos débiles, y mi
piel aun sigue totalmente erizada. Y varias veces me has producido ese “mareo” que
antes sólo soñaba: felicidad en estado puro. Tal vez resulte ser la misma
euforia de cierto miércoles.
CARICIAS. ¿Qué decir? Mi piel nunca había experimentado tal combinación,
nunca se había estremecido tanto y con tan poco. Igual que mi cuerpo jamás había
estado tan perceptible. Remontamos a cierto bar; siempre he temblado cuando
rozan mi cintura: contigo no. Ni ese día, ni hoy. No tiemblo porque confío en
ti y mi cuerpo lo sabe. Tampoco nunca me habían besado el cuello, ni la boca
con esa dulzura. Nunca me había estremecido sintiendo ese tremendo ardor en
cada centímetro de mi cuerpo. Nunca me había sentido tan “en casa”, la verdad; últimamente,
ni siquiera en la mía. Pero eso tú ya lo sabes. Parece que la única manera de “estar
en casa” es estar contigo.
Y lo que más me ha chocado, al principio, es la familiaridad
del olor de tu portal. Una tontería, pero aun así extraña, ¿no crees?
23 mar 2014
A pesar de haber encontrado la luz, con Linterna, echaba de
menos el brillo de su música. Es más, ambos lo saben, aquella entrada que le
escribí hizo que comparase y comenzase a valorar a Linterna.
Zapatito sigue siendo mi cosa bonita, mi niña dulce. Igual que
Algodón, siempre tan serena.
Y tú ya eres parte de ellos. De mi mundo; ese mundo que
encaja a la perfección conmigo. Sería imposible perfeccionarte.
Te lo dije
No quiero planificar. Minutos, horas, tardes… ¿para qué? Me
gusta sonreír cuando mi corazón sonría, besar cuando mi boca necesite tus
labios y abrazarte cuando tenga frío. Pero nada más. Me encanta estar contigo,
ver el brillo de tus ojos y la forma en que sonríes cuando estoy cerca de ti. Ayer
mismo lo viste; contigo los relojes desaparecen, y por eso tengo que estar
pendiente de la hora que es. Porque me da igual la fecha, la hora que sea y el
lugar donde estemos. “Contigo” tampoco significa cercanía física; bien puede
suceder cuando releo tus mensajes, cuando oigo tu voz al otro lado del teléfono
o cuando recuerdo tu respiración. En esos momentos, podría decir que te siento
tan cerca que percibo hasta el sonido de tu risa tímida.
También te dije en Mucho más que un bar de copas que ya no
es una expresión de blog; no quiero conocer a nadie más. Cada vez más personas
te “meten miedo” con “Cuídala”, pero siempre sobra. Nadie me cuida como lo haces
tú, ni podría hacerlo. Te preocupas por mi alimentación, mis horas de sueño, mi
estado anímico, mis contracturas, mi felicidad.
Hola, universo. Hace cosa de un año, tal vez menos, que me referí
a ti en un blog. Quería darte las gracias. Por fin parece que estás haciendo
justicia. Gracias, de verdad. Sé que no tengo mucha paciencia, pero bueno. Al final,
ya sonrío. Ahora solo te pido una cosa. “No me dejes perderle”
Suscribirse a:
Entradas (Atom)